martes, 19 de marzo de 2013

Quisiera solo ser yo

Quisiera no cargar con culpas que no me corresponden, quisiera salvar al mundo y solucionar la vida de las personas que amo, quisiera no ser tan imperfecta o tal vez quisiera ser la misma y simplemente comprendida.

Quisiera quedarme sola, escuchar mis pensamientos, hablar conmigo por el resto de mis días, aislarme del tiempo y el espacio, hundirme en mis ilusiones sin olvidar mis dolores, callarme, cantarme, no rendirme de alejarme, ser la única persona en quien confío, darme cuenta y grabar por siempre en mi alma que no hay nada ni nadie por fuera de mí.

Quisiera fortalecerme lo suficiente para quererme sin condiciones, adueñarme tanto de mí misma que terminara por hacer mi voluntad, por reír con mis sarcasmos y llorar con mis historias inventadas.

Quisiera un sol y una luna que jugaran conmigo en el balancín, un viento que desenredara tanto mi cabello como mis tristezas, flores para el invierno, lluvia para el verano, nieve para el otoño, crujir de hojas en primavera, “adioses” que solo fueran “holas”, sentir el silencio rosando mi piel.

Quisiera extender mis recuerdos por muchas próximas vidas, conocer mis orígenes, comprender mi presente, asumir mi pasado, vivir hermosamente mi futuro, escuchar la respiración de los árboles, dormir con tigres y leones, nadar con los tiburones, felicitar entre otros a hormigas y abejas, entender el lenguaje de las plantas, correr solo para acompañar al viento, nunca más para huir.

Quisiera hablar con la muerte, preguntarle por la vida, ofrecerle un copa de vino y brindar por su trabajo, pedirle número, dirección, y uno que otro favor, saludos a un par de amigos, consejos para visitas oficiales, respuestas sobre ángeles y demonios, lucidez en mis días, conexión con mi mundo interior.

Quisiera solo ser yo… encontrar la completud en mi propio sabor, percibirme en mi olor… cerrar los ojos y traspasar el límite de mi prisión.


lunes, 11 de marzo de 2013

Entrada libre

¿Y si el mundo se desespera? ¿Y si sólo quieres caminar sin ataduras pero en el silencio suficiente para que se graben tus gritos? ¿Y si correr se ha convertido en un accionar tedioso, si ahora quieres sólo un sitio?

Has buscado y encontrado claramente tu objetivo: huir del mundo, salto al vacío. Tu inefectiva languidez ha erigido soles fríos y lluvias quemantes que refuerzan una lucha por lo mismo.

Las mismas calles, el mismo aire, las mismas risas, la tempestad, la monotonía… elecciones libremente impuestas por el apego a lo complicado y la angustia por lo sencillo.

Se han secado las flores y apagado los faroles. Pusiste de pie al mundo para aplaudir tu teatro, ahora ponte de rodillas se acabaron los desayunos con el diablo… no irse para soñar, ni morirse para huir… ¡Controlar la realidad! No hay destino, solo tiempo de elegir.