viernes, 19 de agosto de 2016

Ora por tí y por mí

No te voy a perdonar… no me voy a arrepentir… Púdrete con tus juicios, con tus menosprecios. Te amé demasiado, casi al límite de enloquecer por tu ausencia cuando era niña; fuiste todo para mí; fuiste lo único que acepté. Luego crecí. Antes de conocerme, me subvaloraste; elaboraste una historia sobre mí que creíste cierta… Siempre creíste saber demasiado, JAMÁS SUPISTE REALMENTE NADA MÍO, aunque aún te lo sigas creyendo. Mi odio superó los límites, mi odio fue el reflejo de nunca tener de ti lo que quise: RESPETO. Jamás pasó. Fuiste la peor decepción que tuve, aunque para ti siempre estaré equivocada y no comprenderé jamás lo buena madre que fuiste; morirás cubierta de inocencia, sin un milímetro de culpa, porque de corazón se supone que nunca quisiste dañarme sino darme lo mejor del mundo. Siempre serás una santa, víctima de mi revuelta; jamás asimilarás que no me escuchaste; para ti el error siempre será mío. Entonces ora… ora porque para ti nunca supe nada de nada… ora porque tú sí lograste ver la verdad mía y del mundo, ora por mí, ora porque para ti nunca supe dónde pararme… ora. Espero que haya alguien que entienda por qué me hiciste lo que me hiciste y ore por ti.

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