lunes, 17 de junio de 2024

Salir de cualquier modo

“Viento fuerte del mar, deja deja ya de soplar, déjame respirar solo por un momento…” (Vicentico)

Pantanito tan insistente, ya es hora de que me sueltes… “voy a salir de cualquier modo”... Tengo que tomar un rumbo diferente una vez más, volver a descansar, estoy nueva y definitivamente agotada. Estos y los otros, gentecita tan inoportunamente dañina… Y yo, yo como normalmente, cayendo.

La rememoración me está carcomiendo, ¿qué maldita manía de recordar?, la memoria es una lápida viviente, ¡qué fastidio! Elaborar y elaborar, reinventar mundos que ya no existieron y jamás existirán, imaginar pasados y futuros forzados que están más allá de cualquier realidad y más acá de todo tormento.

Y mis sueños persistentemente seductores, perennemente asustadores. Correr, esconderme, perder… Luchar, entrenarme, ganar. Eternamente abismos, calles y ferrocarriles mortales… monstruos, asesinos, batallas… miedo, oscuridad, incertidumbre… muerte y resurrección… viajes entre universos… extrañeza… poder.

¿Qué es lo que quiero? ¿En verdad quiero algo? ¿En verdad quiero a alguien? Y si quiero a alguien o a algo… ¿cómo es que lo quiero? ¿Qué hay dentro de mí? ¿En qué plano está mi auténtico existir? ¿Existe el destino? Y si existe… ¿Cuál es el mío? “¿Cuál es aquel camino que tengo que tomar?”.


 

sábado, 13 de enero de 2024

Solo un día malo

Oscuridad persistente, absoluta duda y confusión, rabia e indignación, quietud y silencio. Saber concientemente que solo hasta aquí debo llegar, que este es el fin verdadero y contundente, que si permito que se den experiencias posteriores todo puede salir definitivamente mal. Yo no voy a repetir la historia, simplemente porque no me interesa, y principalmente porque hay personas que no lo valen. Espero que todo lo ocurrido haya sido suficiente para que otros tomen la decisión por mí, y así quedarme en mi quietud y en mi silencio amado. Sino comprenden, tengo que alejarme yo, poner esos límites que tan difícil me resultan, llenarme de dignidad y priorizarla antes que a mi locura y a mi vida atropelladamente sensual. Por ahora me puede más la sorpresa y la estupefacción, mi egolatría y mi análisis, hacer lo mío en mi pequeño ostión, dejando que el tiempo solucione el mundo, dejando que otros me faciliten las cosas. Me siento congelada y a la vez evaporada, incapaz de moverme por dentro o por fuera, anonadada, un tanto triste pero no lo suficiente, más bien absorta, medio muerta y retraída, anhelando mis días perfectos, en los que únicamente me dedicaba a amarme. Hace poco escuché que “el pasado solo es como un día malo”, así que esperaré ir olvidando ese día, dejándolo atrás para siempre, y pensando en todo aquello que me queda por hacer… “Piensa que aun hay días que todavía están llegando, piensa que hay canciones que jamás has escuchado, piensa que hay historias que nadie te ha contado, piensa que hay lugares que nadie te ha enseñado”… Pero esos días, esas canciones, esas historias y esos lugares los construiré yo, como siempre, sin que sea alguien quien me lleve a ellos, eso jamás lo necesitaré, siempre seré solo yo.

jueves, 21 de diciembre de 2023

Sabíamos volar

Un día supe volar, supe saltar, supe cantar, y entonces fui realmente feliz. Tal vez sea suficiente para decir que viví, y viví bien. Esos momentos quise prolongarlos para siempre y por bastante tiempo funcionó. Fue perfecto. Pero evidentemente “nunca es para siempre” y un día debí renunciar a todo lo que había construido con sincera vehemencia. Nada pude hacer para revertirlo, ya no estaba en mis manos. Lo caótico se exacerbó en mi alma y en mi cuerpo. La incertidumbre y los errores se esparcieron como virus, pero esta vez sin ningún cariño verdadero. Y en medio de mi desorientada caminata me alcanzó un vestigio del pasado que me dio esperanzas. Entonces todo se pintó de colores, colores cielo y colores sangre. Tampoco funcionó y nuevamente el tren accidentado partió solo conmigo. Ahora me estoy perdiendo lentamente a mí misma, tratando de alejarme de todo y de todos. Entre sollozos por el pasado, esfuerzos por el presente y apuestas por el futuro, todo va de mal en peor. Tengo que parar de huir antes de estrellarme, falta muy poco. Eso ya lo había superado, ya no lo soportarían más mis huesos. Estoy armada en pedacitos y me estoy desbaratando. Unos ojos grandes y bonitos despertaron mi demencia ya dominada, y hoy privada de ellos floto directamente sobre el abismo.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Mi orgullo

21-01-1943 15-8-2023

Papá: Me dejaste el mayor tesoro que existe, el amor por el conocimiento. Me enseñaste valores como la honestidad, el respeto y la lucha. Ahora eres el ángel que nos guía y nos protege. Tu hija hermosa que te ama, y tu señora esposa.

jueves, 16 de noviembre de 2023

Mi mundo, tus ojos

Nosotros viajando en el tiempo
Tus ojos sosteniendo el cielo
El mundo flotando en silencio
Las almas forjando los sueños
Por siempre elegir tus abrazos
Conciente perderme en tus labios
Las noches sangran el espacio
Nosotros deseamos los lazos

martes, 31 de octubre de 2023

Flotar y nada más

Extrañeza, suspensión, alejamiento… Flotar en ocasiones se hace necesario, no se piensa, no se siente, se intenta aterrizar y no se logra… Aliviana la vida, aunque la complica. Demasiadas ideas en la cabeza que no permiten que descienda ninguna. “Eso está listo”, “Eso ahí va”, “Eso no me importa”. Quizá lo que más me vuela es él, la duda y la seguridad al mismo tiempo, la huida, el rechazo a quedarme. El apego a la nada, al vacío, no contar, no creer, no importarme, aferrarme para no perderme… Por eso si me suelto floto. Entonces me estoy definitivamente soltando, quiero y no quiero. No quiero flotar, él me sostenía en tierra, con ira, con rabia, con dolor, con decepción, con venganza, pero con algo real… No mencioné amor.

martes, 1 de agosto de 2023

Reincidencias

¿Intentar volver a expresarme por escrito? Llevo años simplemente hablando sola y me ha resultado bastante productivo. Hablar sola o pensar en voz alta es una retroalimentación constante pero no queda registro. Tal vez ahora necesito un registro, una historia que pueda repasar y analizar luego. ¿Y qué historia voy a contar? Una nueva vieja historia, un reducto del pasado que en el algún momento fue sinónimo de locura y maldad. Ahora apareció ese fantasma ignorado que me generaba algo de curiosidad, pero jamás necesidad. Su ventaja: Ser alguien conocido para mí, dar en el blanco de mi acérrima tendencia a volver a lo habitual. Un montón de “sí” que me inventé: Su procedencia, su escucha, su persistencia… Su cuerpo, su talento, su potencial. “Sí’s” que rápidamente se transformaron en astronómicos “No’s”: Orgullo, imponencia e impaciencia… Agresividad, intolerancia y frustración. Sus mejores aptitudes convertidas en sus peores actitudes. Entonces pasar del disfrute y la esperanza a la incomodidad y el miedo, de las risas a los seños fruncidos, de la confianza a la lejanía, del amor a la decepción en todos los sentidos posibles. Y aquí estoy yo tratando de armar el rompecabezas en mi cabeza, evaluando las ganancias y las pérdidas, nuevamente confundida y extraviando un poco el control. Llena de interrogantes a pasado, presente y futuro, reiterando mis posturas de frialdad y cálculo, pero movilizada de alguna manera por un cierto tipo de cariño que aún no logro decifrar ni erradicar completamente. Es extraño que algo que evidentemente me debilita me haga sentir tan fortalecida, tan segura de mí misma y de lo que he construido con mi ayuda, en mi tiempo y en mi mundo. Esos “no” son infinitos, impenetrables e imperdonables, llevados al extremo de lo que podría ofenderme y apartarme absolutamente. Pero en medio de ellos y de mi huida he reencontrado mi esencia, mis pasiones olvidadas, mis miedos superados, mi historia elaborada, mi perfección anhelada. Todo tan lejano de su opacidad y su obnubilación, de su estancamiento y la oscuridad de su corazón. Sé lo que debo hacer pero está este latoso sentimiento, ese pequeño momento en el que la emoción le guiña el ojo a la razón. Permitiré un tanto la intervención de las circunstancias, dejaré fluir un poco sin realizar mucha presión, ¡pero después vengo yo! Esta es, por ahora… la pequeña historia que no podía dejar solo para conversaciones de pasillo conmigo misma, creo que la necesitaré ahora o luego, tiene cositas relevantes para mi ser…