sábado, 27 de junio de 2015

Fin del sendero

Quiero pensar tranquilamente que existe de verdad un final, estoy harta de las comas, de los puntos y de los párrafos progresivos; estoy harta de los mocos, de los litros y de los dolores transgresivos.

Quisiera pensar que veo el final del sendero. Estoy harta de las esperanzas, de las posibilidades inadvertidas, del heroísmo, del altruismo.

Quisiera pensar que puedo cesar, que puedo parar, que puedo descansar… estoy harta de ser tan esbelta, de creerme perfecta, de existir bajo la luz abierta.

Quisiera creer y sentir la real oscuridad, la trascendentalidad, el andar y el desandar, el eterno caminar.

Veo demasiadas luces, me hundo en demasiado huecos, no sé quién soy ni a dónde voy, mientras irradio destellos para otras almas con infinitos anhelos.

Pido auxilio, pido perdón, sólo una tregua…
Eterna calma y resplandor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario