Un hombre me amó, me amó con
honestidad, con su alma, con su cuerpo, un hombre me amó… era pequeña, torpe,
tonta, nunca entendí lo que sintió ese hombre por mí; yo lo amé a mi manera, lo
amé con lo que creí mi alma, mi cuerpo, mi ser, pero también lo amé con lo que
ignoré como mentiras, faltas, engaños. Ese amor se hizo incoherente, sin el valor
suficiente, ese amor se derrumbó, sin yo entender, me quedé sin él, sin amor… con
dolor.
Busqué un reemplazo facilista, un amor que
fue más una amistad, y todo resultó bastante bien hasta que ese nuevo amor terminó
haciendo exactamente lo que yo ya había construido: traición.
La traición duele como lo que más he
sentido que me ha dolido en la vida, la traición duele como un vacío
inimaginable en el estómago, con debilidad en las piernas que parecen
quebrarse, con mareo, la traición duele como si algo te estuviese aplastando, con
la incredulidad que parece ponerte en las puertas del más allá…
Saliendo un poco de ese dolor, alguien
alertó todos mis sentidos, alguien como nunca antes logró cautivar mi alma, mi
cuerpo y mi corazón, amarlo fue la totalidad que jamás conocí hasta él, amarlo
fue lo mejor que me pasó, amarlo fue lo peor que me pasó. Las cosas se tornaron
feas, desagradables, agresivas, de verdad lo amé, tal vez lo hubiera podido
hacer mejor, pero él también, él pudo haberme tratado muchísimo mejor, pudo no
haberme maltratado, por eso ambos llegamos al límite, nos perdimos en la locura.
Pasaron años para sanarme.
Luego apareció un chico interesante y dulce,
digno de toda mi atención, un hombre que con su sensibilidad y complicidad dio
fe de su fortaleza… Confié infinitamente
en él, creo que como nunca antes lo había hecho en la vida, con nada, ni con
nadie, ni siquiera conmigo misma, con el aposté mi vida, imaginé un futuro
ganado, devolví la esperanza al amor. Duró más de lo que funcionó, se fue por
voluntad propia y por hastío de mí, y aunque hoy aún yo no lo comprenda bien,
acepto con altura lo que ahora me rodea.
Miro adelante, tengo pocas preguntas y
creo que así está mejor.
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