Error, tras error, de eso se
compone la vida, aprender de las caídas y los golpes para darte cuenta
demasiado tarde, para extrañar demasiado tarde, para querer enmendar demasiado
tarde… nos pasa a todos, nos pasa que entendemos cuando ya no hay nada por hacer.
Miro hacia atrás y veo un montón
de oportunidades y personas que no sólo dejé ir sino que hice todo lo posible
porque se fueran, miro hacia adelante y veo el vacío de la incertidumbre, un
lugar que quisiera tener ocupado por mi pasado, por un hilo que jamás se
hubiese roto, por una construcción sólida y verdadera, no existe tal, sólo
existo yo y la nada. Sin embargo, no puedo desmeritar que mi último intento
salió mejor que los anteriores, que con el paso de los años dejé de patear
tanto mi rededor y decidí apostar con más fuerza y esperanza, pero como todo en
la vida tiene un final, todo lo que construí se esfumó, se esfumó una vez más.
Hoy tengo las mismas estúpidas
preguntas de siempre, las que nunca han tenido ni tendrán respuestas, las ganas
frustradas, los por qué, los para qué, los cuándo, los dónde y el quién… el
deseo de quedarme quieta y el de salir corriendo. Quisiera volar mucho tiempo
quedándome sólo en mí, quedándome sólo aquí… lo intento cada noche… a veces
funciona.
Que ese presente que tenía me
dejara, siempre me hace recaer en ese lejanísimo pasado que amé, en esas
sensaciones que atravesaron mi cuerpo y
mi mente hasta hacerme ser más que una persona, hasta hacerme ángel y
demonio, hasta hacerme un todo con el universo, me vuelvo otra vez un poco loca
y olvido la cordura que se me había ido dando, eso me da miedo, yo me doy
bastante miedo. Entre mi bondad y mi maldad, el límite ni siquiera se nota.
Mi autismo mezclado con
narcisismo siempre ha necesitado de alguien para poder ser, para construirme a
través de otros estando en realidad sola, para fortalecerme en mí dejando las
demandas ajenas a un lado, esa será mi condición castigadora, que el otro me
deje sola cuando sienta que deja de ser, que sólo yo soy, la eterna sádica y
masoquista… me gustaría pensar que hay alguien que pueda vivir con esto para
siempre y estar conmigo… supongo que es imposible.
Ahora sigo en el limbo…
esperando.
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