lunes, 13 de julio de 2020

Días felices

Quisiera dejar de cometer errores, quisiera hacer que las cosas fueran más benéficas para mí, quisiera dejar de perder mi propia conciencia, quisiera que mi memoria en general se quedara aquí. La maldad que tanto amo no funciona sino puedo controlar mis propios actos, la maldad que tanto amo no funciona si todo va a revertirse contra mis encantos. Tengo que hacer algo, o tal vez, dejar de hacer algo… Pensar.

A pesar de todo no puedo negar que en este momento de mi vida soy inmensamente feliz, nunca había estado tan enamorada de mí!

Me siento genial!

Feliz 11 de julio para mí! Me amo!!!




jueves, 25 de junio de 2020

Escribir


Escribir, escribir es lo que me llena y lo que me queda, mi pasión. Escribir y escribirme, escribir e intentar reescribirme . Esta soy yo, escribiendo y creando, sin miedo, con amor y odio, en el otro mundo y en este, en lo que toque y en lo que me toca, en la extrañeza que habito y vivo. Yo, aquí, ahora, intentando averiguar “qué es ser yo”.

Perpetua incoherencia


Maldita triada de hija única, envuelta siempre entre el amor y el odio, entre el gusto por la soledad y el ansia por la compañía, entre la necesidad de vida y el deseo por la muerte, entre la paz y la violencia, entre el cuidado y la locura, entre la venganza y el perdón; siempre con la duda de lo que debo hacer y la certeza del saber qué hacer, siempre esperando un “otro yo” que me controle, siempre esperando un “otro yo” que se desboque conmigo; ilusionada y decepcionada. Ya no sé si tengo amigos o enemigos, no sé si la gente me odia o me aprecia, no sé si debo confiar o protegerme. Busco simplemente emociones, adrenalina, un mundo sin límites, un mundo de película donde yo soy la protagonista, y la protagonista siempre gana. Y es que en esa tríada maldita me enseñaron que nada podría aplastarme. Fui víctima y soy victimaria, soy altruista por egocentrismo y egocéntrica por excesos y carencias. Duda y seguridad, niña loca que lo tiene todo y no tiene nada, niña loca de la cual no se sabe nada pero se sabe todo, niña loca sin freno pero con lógica; siempre extrañamente orgullosa, pero siempre extrañamente triste… Niña loca…

Doble Vida


Es como si tuviera dos vidas, en una soy la intelectual espiritual, con el deseo permanente de aprender cada día más y con metas claras sobre el futuro desde todos los aspectos, tratando de ayudar a los demás seres de la naturaleza; en la otra soy la loca alcohólica que tiene claro que la vida es corta y que lo único que queda es disfrutar al máximo. Sólo el dormir conecta a la una con la otra, y sólo el dormir las separa. Siempre estoy queriendo quedarme en ambas cada vez que estoy en alguna, siempre sobria e intelectual o siempre mala, borracha y drogada. Tengo lo más hermoso del mundo que son mis bebés gatunos, los únicos que me alegran la vida sin importar lo que hagan, mientras no estén intentando estar lejos de casa. Mis padres, uno violento que marcó mi vida enseñándome a ser extrema y fuerte con la sociedad, la otra, una hipócrita católica que quiere cobrarme antiéticamente cada cosa que hizo por mí. Los hombres mi mayor obsesión y mi mayor decepción, el lugar donde siempre busqué la estabilidad y el amor, y el lugar dónde sólo encontré traición y dolor. Yo en medio de todo, tratando de sobrevivir y tratando de morir. Paradojas del mundo, la realidad del sentido y el sin sentido; de un lado, siempre saber qué hacer y tenerlo todo milimétricamente bajo control, perfecto; del otro, nunca saber qué hacer, perdición perpetua en la desesperación y la duda. Yo presente, ahogada en el pasado y ávida de futuro. Yo todo un libro abierto y al mismo tiempo todo un enigma. Yo simplemente viviendo el aquí y el ahora porque eso es lo que hay.

miércoles, 10 de junio de 2020

Antigua hipocresía


Te escribo con lágrimas en los ojos, intentando comprender definitivamente que ya no estamos juntos, te escribo llorando pero también feliz porque sé que esto es lo que realmente quieres y que así estarás mejor y más tranquilo. Durante el tiempo que estuvimos juntos aprendí una nueva forma de amar, un amor más comprometido, con mayores acciones, con la capacidad de estar siempre para lo que fuera.

Contigo fui la mujer más feliz del mundo, me sentí en miles de momentos la más querida, la más amada, la más respetada, la más anhelada; esos momentos fueron perfectos y no los cambiaría por nada del mundo. En instantes de desesperación he dicho que me arrepiento de haberte conocido, pero eso no es verdad, sino te hubiera conocido y amado, nunca hubiera comprendido de qué se trata realmente la vida en pareja, el compromiso.

En algún momento ambos nos desviamos del camino, comprendo que desde lo racional preferiste detener toda esta locura para evitar mayores daños, yo sin embargo nunca dejé de tener la fortaleza para continuar, lastimosamente esa fortaleza no alcanza para los dos, tu decisión es inquebrantable, aunque a mí se me quebrante el corazón. Por ti hubiera hecho lo que fuera necesario, habría dado a mi vida una vuelta para siempre, pero entiendo que ya es tarde, que no crees.

Quiero pedirte perdón por el daño que pude haber llegado a ocasionarte, y te perdono por las cosas feas que llegaste a hacerme. No concibo la vida sin ti, mi amor, pero tendré que acostumbrarme, aunque minuto a minutos desgarre mi alma, aunque rueden litros de lágrimas por mi rostro, aunque extrañe tu piel y tus caricias, aunque que te ame con todas las fuerzas de mi corazón. A ti jamás te haría daño, mi vida, por ti siempre apostaría, hasta el fin.

Lo que construímos como pareja, quiero que me ayudes a conservarlo, los gatos, tu aprendizaje, la honestidad, la claridad, el esfuerzo, ayúdame a conservarlo porque sólo por eso valió la pena. Siempre estarás en mi corazón y tienes las puertas de mi casa y de mi vida siempre abiertas para ti, no me olvides. Yo espero contar contigo y con los acuerdos que siento son absolutamente justos. No quiero incomodarte más, tampoco quiero más tu rechazo ni tus gritos, tengo que irme, amándote, amándote con toda, tengo que irme porque sé que eso es lo que quieres, este es tu espacio y el de los gatos, disfrútenlo, sé feliz, sé libre, sólo quiero tu felicidad. Cuenta conmigo siempre, mi vida, tú eres EL AMOR, el único amor que realmente imaginé para siempre, con una boda, con Victoria. Victoria siempre será nuestra aunque nunca llegue a existir, nunca uses ese nombre cuando te cases y tengas hijos, por favor.

Me voy mi amor, llorando pero mirando al frente, orgullosa de que aunque me equivoqué mil veces, también di lo mejor de mí como persona, como mujer. No quiero conocer a nadie que te saque de mi pensamiento y de mi corazón, ojalá eso nunca pase, y recuerda, que aunque muchas veces me sentí decepcionada porque no me deseabas, siempre te dije que eras el hombre más sexy y más macho con el que me había acostado, tal vez por eso te exigía demasiado, me equivoqué.

Se feliz mi vida, sé feliz siempre.
Te ama, tu VictoriOsa.

lunes, 1 de junio de 2020

Aquella nostalgia


A veces me siento un poco confundida, perdida, en una especie de zona límbica que aún no comprendo bien: tratando de elaborar un duelo, buscando mi propio espacio mental y asumiendo una nueva relación. He hablado de esto con “la novedad”, se lo he manifestado, le he explicado lo difícil que es empezar algo sin haber terminado lo anterior, sin haber tenido tiempo para visualizar aciertos y errores, para hacer balances, para introyectar los análisis propios y proyectarse mejor como persona y como pareja. Quise haber tenido ese tiempo de reflexión sin que nadie apareciera, pero no fue así, ese tiempo lo estaba cultivando, y a pesar de mi sensación de vacío y soledad, prácticamente, lo estaba disfrutando; estaba contenta por poder retomar espacios personales, por conocer nuevas amistades, por visitar nuevos lugares; en ese momento no quería nada más que estar conmigo misma, no quería nada más que reconocerme y quererme. Encontrarme con alguien nuevo fue parte de las circunstancias temporales, de los ires y venires de mi propia identidad, compartir con “ese” de entrada, no fue más que un momento de distracción, un inocente saludo sin pretensiones de nada, una apuesta que siempre hago exclusivamente para perder, para poder escapar; ganar me ha causado angustia, ganar es raro, además, ganar me carga con una vida que no sé si estoy preparada para asumir, ganar es perder un poco, quizá perderlo todo, ganar “un otro” es perderme. Sin embargo, todo esto no pasó sólo porque “ese” o el destino lo provocaran, también pasó por mí, no soy una víctima, soy absolutamente responsable de mi propia dulzura y seducción, de mi propia esperanza y acción. Luego todo esto nos atropelló, sin premeditar, sin avisar, sin masticar; de un momento a otro alguien entró en el espacio que estaba despejando para mí sola, en el salón que intentaba asear de los vestigios de mi ex - lindo para mudarme conmigo misma, de un momento a otro “ese” ya estaba ahí con todo su equipaje, mientras yo no podía estar nada más que absolutamente anonadada, quizá contenta y esperanzada, pero en resumidas cuentas: confundida. Y así me he sentido todo este tiempo, confundida y culpable, sobre todo cuando mi ex – lindo apareció adolorido y arrepentido, suplicando que regresara a su lado, me sentí injusta e irresponsable por haber dejado que un nuevo sentimiento se gestara en mi corazón abrigando aún anhelos por el pasado. Pese a las circunstancias, he tratado de analizar con cabeza fría y he concluido que nada de lo que pasó fue forzado, nada fue buscado ni elegido por venganza ni despecho, lo que pasó fue dulce y honesto, llegó y se quedó, y llegó con comprensión, con buenos tratos, con comunicación y confianza, llegó y aunque aún no he logrado erradicar la culpa y la confusión de mi conciencia por completo, tampoco he encontrado un argumento sólido para haber evitado que ocurriera, para haber huido, para no haberme dado la oportunidad de permitir que entrara a mi vida lo desconocido pero apetecido. Lo que tengo ahora es armónico, tiene futuro melódico, lo que tuve antes ya estaba demasiado desafinado e incluso convertido en un remix desadaptado. Me faltan muchas cosas por elaborar, no estoy segura de nada totalmente, extraño las cosas buenas que alguna vez tuve al lado del bello que había elegido inequívocamente para mi vida, pero igualmente valoro demasiado las cosas simples y delicadas que me rodean actualmente. Extraño lo que tuve pero no me imagino al lado de esa persona, no tengo opciones con mi hermoso, la única posibilidad sería quedarme sola. ¿Y quedarme sola huyéndole a lo bello que quiere rodearme y que de una u otra manera ya me pertenece?

sábado, 23 de mayo de 2020

Eternos Ciclos


Hacen falta momentos así, de claridad, de frío, de soledad, de silencio, un mundo no ensordecido por el ruido sino por la calma, un mundo que te obliga a encontrarte contigo mismo, a pensar, a sentir, a ver más allá de lo que se muestra ante los ojos, a recordar. Todo es tan verde y cálido, todo es tan natural. He prometido y asumido que voy a dejarme en paz, que no quiero volver a llorar por lo mismo, que no tengo la culpa de nada y que el pasado sólo es un recuerdo lleno de experiencia; también voy a dejarlos ir, a todos, voy a dejarlos descansar en paz.

Mi vida jamás dejará de dolerme un poco, pero ya no quiero que me duela tanto, quiero que me alegre más, al fin y al cabo es perfecta a mi modo, todo ha pasado como tiene que pasar. Serán días largos que se harán cortos con mis minucias, serán días cortos que se harán largos con mis penurias. Pero serán días míos, muy míos, conmigo, sin los afanes de obtener nada ni a nadie, entre los pasos de los azares y de los aires transnaturales.

Enero 19/2017
La historia siempre se repite!

Reinvenciones


Renaciendo de entre las cenizas, entendiendo que aún queda mucho por hacer, que lo que creí malo se ha ido resolviendo, tratando de reinventarme, de mantener la calma, de mirar hacia dentro. Me sigo preguntando cómo pude apostar tanto por seres que pasaron de ser valiosos, a desagradecidos, desadaptados y desagradables, y aunque para ninguno hay odio en mi corazón, los últimos golpes de nuevas personas me han demostrado con más fuerza que puede existir soberbia, agresividad y frustración inigualables, características “anti yo”, me han enseñado a “no acercarme a nadie”, a agradecer que no esté siendo peor. Con más claridad veo la necesidad de la soledad, de la tranquilidad, de la paz… Ver una ardilla trepándose en un árbol, estar tirada en la hierba, sentir el viento soplar, no hacer nada y no pensar en nadie. Esto es salud mental. Esto es vida.
Marzo 12 / 2018
La historia se repite!

domingo, 26 de abril de 2020

Notas pasadas


Te dejo ir, te suelto, te libero. Me libero. Nunca fuiste lo que quise, nunca fuiste nada más allá que una compañía mediática y un apego. No eres genial, nunca lo fuiste; sin sentimientos, sin empatía. No fuiste nada más que un alguien sin ser mi algo. Te exigí más de lo que eras, nunca entendí. Eso que yo quería no eras, no fuiste. Me equivoqué y me intenté atar aún así a ti, a cualquier costo. Me apegué “con toda” sin razón coherente, como por necesidad, como por hambre, un hambre nunca satisfecha. ¿Te perdono?, nunca fuiste para mí, nunca. Fue un buen sueño en un principio, muy corto, pero nunca fue real. Dos almas en búsqueda de algo errado. Que se escuchen mis súplicas y se rompa el pacto, quiero vivir. Sólo quiero que mi columna esté bien, sólo eso. Ya no quiero sufrir más.


Me equivoqué, me equivoqué con toda, me equivoqué del todo. ¿Cómo perdonarme a mí misma semejante error? ¿Cómo no recriminarme? ¿Cómo continuar sin preguntarme: “¿Qué diablos ví dónde no había nada para ver? ¿Qué me pasó?” Aposté todo a la nada, me destrocé, me deshice por lo que sólo fue espuma. ¿Cómo no pude vislumbrarlo? ¿Cómo pude permanecer  ahí? Y… ¿Cómo pude extrañarlo?



jueves, 2 de abril de 2020

Antes del final


Hace tiempo no tenía la oportunidad de escribir sobre el tema, las cosas han ido muy mal con él, al principio fueron mis locuras y mis agresiones de borracha, luego su paciencia se agotó y empezó a responder de las peores maneras. Él no es una persona de palabras, es una persona de acciones, y ya que nunca ha podido decirme mayor cosa, su comportamiento ha superado algunos límites. Para mí no hay mayores traumas, esos ya los tengo todos, pero sí hay una profunda y constante decepción, una pregunta por la falta de amor y por la frialdad permanente, la “mala gana”, y el vacío que eso me produce. Siento que por él las sensaciones son voraces, todo, lo bueno de sus abrazos, sus chistes y el acento que yo le pongo a tener sexo con él, de otro lado, lo malo de su antipatía, de su lejanía y de los golpes físicos que ya ha alcanzado a propiciarme.

Yo paralelamente, he dejado de ser la mujer desarreglada que duerme, come y espera a su “marido” en la misma pijama que la dejó, eso ya no me interesa, y no sé si por él o por mí, he querido volver a verme hermosa, a oler delicioso, a estar sexy, además he querido volver a sentirme interesante, productiva, inteligente, volver a poner en práctica todos mis conocimientos y mis pasiones. Creo que de alguna manera ya salí del ciclo interminable que alguna vez vislumbré.

Hoy espero empezar a escribir nuevamente, empezar a crear esos mundos de fantasía que tanto me enamoran y que permiten que todos mis dolores y mis anhelos salgan a flote de la manera más “sana” posible. Quiero ser nuevamente la artista de mi vida y de mis otras vidas, eso me pone de muy buen humor, eso me alienta y me genera seguridad. Ahora siento que el día no me alcanzará para todo lo que tengo que hacer, porque obviamente no abandono de ninguna manera el hecho de ver este lugar donde habitamos, organizado, limpio y con comida fresca y rica; no he dejado de preocuparme por él, de velar porque todo le salga bien y que su salud y su contexto estén medianamente estables, para mí es un compromiso ético con el que también me siento genial, aunque muchas veces no sea valorado, lo hago principalmente por mí, porque esa es mi manera de amar, o de querer o de apreciar, mi manera de tener una relación de cariño con un otro, yo voy hasta el final “con toda”, escurriré mi alma en cada gota de lágrimas, sangre y sudor, y el día que las esperanzas mueran y la hoja del libro cambie, me iré con la frente en alto y sin nada que reprocharme, me iré tranquila, sin culpas y con muchas expectativas. Esa soy yo.

De él puedo decir que es un buen chico, que aún es jóven y que muchas veces lo entiendo, tal vez por eso conservo un poco de cordura y amor en mi corazón. Puedo decir que es inteligente, pero que le falta conciencia de sí mismo y conciencia de prójimo, aunque él dice que eso no le importa, que nada le importa, sé que con los años empezará a importarle, siempre es igual, siempre somos los mismos tontos que al final crecemos un poco, y luego empezamos a buscar un tanto la sabiduría, a veces tarde, a veces temprano, de eso también depende el futuro y la “felicidad”.

Hace unos días me ha tomado fuerte la depresión, me ha costado dormir cuando debo hacerlo y levantarme cuando también debería hacerlo, me ha costado interesarme en comer, en bañarme o en hacer algo productivo, he tenido pesadillas y dificultades para moverme e intentar despertar, he sentido que la vida pesa demasiado, he sentido que el maldito ciclo del desamor se repite una y otra vez, que no hay final y que tampoco hay esperanza, pero qué? Afortunadamente mi “locura” me permite balancearme entre los extremos, volver a creer en todo, seguir luchando, interesarme en la vida y la diversión, interesarme en la destrucción y en la reconstrucción, regocijarme en la maldad y el dolor mientras me nutro con la dulzura y la pasión.

Puedo decir que todo va girando, que yo también lo voy a haciendo, que mis tristezas y mis alegrías no son las mismas cada día, que de alguna manera hay una evolución, que nada permanece estático, que las cosas cambian. “Tiempo al tiempo”, algo que me cuesta dar, pero que igual la vida me va a quitar, toca, a las buenas o malas, aunque la paciencia no sea una virtud que yo posea. Y como no hay nada a mi alrededor que me asegure el tiempo, este tiempo será solo mío, de mí para mí, con mi amor a flor de piel al igual que mi más puro odio, con el deseo de la concreción al igual que la tendencia a la dispersión, yo tan loca como posiblemente lo esté él desde que me conoció. Yo tan loca, yo tan cuerda, yo tan sabia, yo tan tonta… Y así cada paso será mi creación, por el poder que me confiero yo, el futuro será otra vez mi bendición y mi perdición.


martes, 31 de marzo de 2020

Actualización

Sí, logré reírme mucho, un montón, cantar, saltar en los charcos bajo la lluvia, correr mientras el viento se sentía fuertemente en el rostro. Logré inventar historias que dejo para el recuerdo, logré escuchar otro montón de eventos que traté de acompañar. Fui muy feliz, muchísimo, poco tiempo, pero valió la pena, absolutamente la pena. En general lo que hice fue aprender a los tumbos, equivocándome y exponiendo mi vida en los peligros de la calle casi todos los días, de ahí quedaron duras experiencias pero también un sinnúmero de conocidos y de novedades que fortalecieron mi existencia. ¿Arrepentirme? No lo creo, hubiese preferido no pasar por algunos momentos, pero igual, salí ilesa, y no sería lo que soy sin eso, así que sin arrepentimientos. ¿Omitir personas? No estoy segura, hace poco me vi empujada a llegar hasta ese punto, sin embargo, sin algunos seres no tendría la postura realista que ahora me acompaña, afortunadamente. Los desgraciados y desgraciadas que me dañaron, pues vivan, vivan como lo hago yo, aunque espero que pagando todo, como posiblemente yo pago los daños que ocasioné. Mientras tanto, también me queda sonreír por las partes geniales, por los amigos, por los abrazos, los conciertos, las locuras, las borracheras, las alegrías colectivas, esos momentos que fueron el alimento para levantarse cada mañana, la calle, las risas, las ocurrencias, las tonterías adolescentes. Traté de ser lo menos mala posible, sufrí pero también aporté, dejo mi legado, y retomo lo que es dado para mí. Viví bien.


martes, 24 de marzo de 2020

La Felicidad

La felicidad, sí la conocí, no dura mucho, pero la conocí, quizá sólo la viví un momento, un momento específico que recuerdo claramente, tenía juventud, salud, trabajo, libertad y un hombre maravilloso a mí lado, recuerdo que era diciembre de 2013, y recuerdo que la sentí caminando por el paseo Carabobo, viendo alumbrados y yendo hacía Aranjuez a divertirme. En ese instante todo se me hizo maravilloso, deslumbrante, increíble, miré hacia el cielo despejado y oscuro y salté en repetidas ocasiones mientras abrazaba a mi dulce compañía; lo tengo grabado en mi memoria, y recordar que fui feliz realmente me genera tranquilidad, al menos no moriré sin haberme sentido plena.

Los años han pasado y después de tantas experiencias, de ahí en adelante, sólo he vivido momentos de resignación, tal vez de aceptación, de quedarme con lo menos peor, de sonreír porque todo está relativamente bien, porque estoy viva, quizá, porque tengo lo necesario, más nada del otro mundo. Me he pasado desde entonces entre nostalgias por el pasado e intentos de construir un deslumbrante futuro, eso último no se me ha dado, el presente sigue siendo el plano transcurrir de respirar, comer y dormir, no hay nada excepcional ni desbordantemente feliz, agradezco que después de graves quebrantos de salud he vuelto a levantarme, eso me da fuerza. Sin embargo, elegir vivir o morir no tiene mucha diferencia en realidad. Las cosas, las rosas, simplemente están ahí y ahí seguirán.

Me doy cuenta de cuándo fui feliz ahora que no siento nada, ahora que veo con claridad los engaños de felicidad que yo misma creé, los días que intenté sentirme maravillada, cuando en verdad no lo estaba, exageré mi dicha para no sentirme frustrada, me inventé historias nuevas y les di más valor del que tenían. Mi felicidad fue cuando fue y estoy segura de lo que sentí, eso no ha vuelto y si no vuelvo a sentir eso o algo superior, jamás será felicidad.


sábado, 14 de marzo de 2020

Raíces de vida y muerte


Se aprende


Se aprende, se aprende que uno nunca llega conocer a las personas, que mientras más se muestran de una forma, más distintas son por dentro. Confiar, volver a creer será más difícil cada vez, pues pocos seres llegan al punto de la hostilidad y traición que recién conocí. Alguien me declaró la guerra y es la peor escoria que había aparecido en mi vida hasta hoy.  Aprendí, aprendí que se pueden perdonar los errores del contexto, pero el desdén y el desagradecimiento posteriores no tienen perdón ni comprensión humana. Que lo perdone la vida porque yo sólo siento asco y deseo de que pague por la porquería de persona que es. Lo imagino en su ataúd, pero antes siendo torturado fríamente, sin odio. Jamás hubo flores, ni cartas, ni elementos para grabar en la memoria, sólo fue mi escape y fue lo peor que encontré. Me produce vacío, una nada mugrosa y contaminada, la más grande decepción e indignación, el más grande desconsuelo y arrepentimiento. Ha sido el elemento más podrido que topé hasta el momento en mi vida. Sólo tristeza y humillación. Pero pagará. Que así sea y así será.

sábado, 22 de febrero de 2020

Popó

Eres un mal ser humano. Nunca valiste la pena. Siempre me equivoqué. Diste la cara que nunca existió, una total mentira que yo me creí. Te compartí todo mi ser con toda honestidad y en general lo despreciaste. Buscaste dañarme de todas las formas posibles. Estás vacío por dentro, nunca has tenido nada que ofrecer. Jamás te conocí, nuca supe quien eras realmente porque jamás fuiste nada, porque jamás has sido nada, porque no tienes ni la menor idea sobre ti mismo. Eres el agujero negro que intenta tragarse a las personas para alimentarse, un vampiro físico y espiritual que solo busca beneficio para sí mismo, que nunca sirve, que nunca da, que se siente orgulloso de ser la mala persona que es. Das asco. Hasta nunca, Popó.