Hace tiempo no tenía la oportunidad
de escribir sobre el tema, las cosas han ido muy mal con él, al principio
fueron mis locuras y mis agresiones de borracha, luego su paciencia se agotó y
empezó a responder de las peores maneras. Él no es una persona de palabras, es
una persona de acciones, y ya que nunca ha podido decirme mayor cosa, su
comportamiento ha superado algunos límites. Para mí no hay mayores traumas,
esos ya los tengo todos, pero sí hay una profunda y constante decepción, una
pregunta por la falta de amor y por la frialdad permanente, la “mala gana”, y
el vacío que eso me produce. Siento que por él las sensaciones son voraces,
todo, lo bueno de sus abrazos, sus chistes y el acento que yo le pongo a tener
sexo con él, de otro lado, lo malo de su antipatía, de su lejanía y de los
golpes físicos que ya ha alcanzado a propiciarme.
Yo paralelamente, he dejado de ser
la mujer desarreglada que duerme, come y espera a su “marido” en la misma
pijama que la dejó, eso ya no me interesa, y no sé si por él o por mí, he
querido volver a verme hermosa, a oler delicioso, a estar sexy, además he
querido volver a sentirme interesante, productiva, inteligente, volver a poner
en práctica todos mis conocimientos y mis pasiones. Creo que de alguna manera
ya salí del ciclo interminable que alguna vez vislumbré.
Hoy espero empezar a escribir
nuevamente, empezar a crear esos mundos de fantasía que tanto me enamoran y que
permiten que todos mis dolores y mis anhelos salgan a flote de la manera más
“sana” posible. Quiero ser nuevamente la artista de mi vida y de mis otras
vidas, eso me pone de muy buen humor, eso me alienta y me genera seguridad.
Ahora siento que el día no me alcanzará para todo lo que tengo que hacer,
porque obviamente no abandono de ninguna manera el hecho de ver este lugar
donde habitamos, organizado, limpio y con comida fresca y rica; no he dejado de
preocuparme por él, de velar porque todo le salga bien y que su salud y su contexto
estén medianamente estables, para mí es un compromiso ético con el que también
me siento genial, aunque muchas veces no sea valorado, lo hago principalmente
por mí, porque esa es mi manera de amar, o de querer o de apreciar, mi manera
de tener una relación de cariño con un otro, yo voy hasta el final “con toda”,
escurriré mi alma en cada gota de lágrimas, sangre y sudor, y el día que las
esperanzas mueran y la hoja del libro cambie, me iré con la frente en alto y
sin nada que reprocharme, me iré tranquila, sin culpas y con muchas
expectativas. Esa soy yo.
De él puedo decir que es un buen
chico, que aún es jóven y que muchas veces lo entiendo, tal vez por eso
conservo un poco de cordura y amor en mi corazón. Puedo decir que es
inteligente, pero que le falta conciencia de sí mismo y conciencia de prójimo,
aunque él dice que eso no le importa, que nada le importa, sé que con los años
empezará a importarle, siempre es igual, siempre somos los mismos tontos que al
final crecemos un poco, y luego empezamos a buscar un tanto la sabiduría, a
veces tarde, a veces temprano, de eso también depende el futuro y la
“felicidad”.
Hace unos días me ha tomado fuerte
la depresión, me ha costado dormir cuando debo hacerlo y levantarme cuando
también debería hacerlo, me ha costado interesarme en comer, en bañarme o en
hacer algo productivo, he tenido pesadillas y dificultades para moverme e
intentar despertar, he sentido que la vida pesa demasiado, he sentido que el
maldito ciclo del desamor se repite una y otra vez, que no hay final y que
tampoco hay esperanza, pero qué? Afortunadamente mi “locura” me permite
balancearme entre los extremos, volver a creer en todo, seguir luchando,
interesarme en la vida y la diversión, interesarme en la destrucción y en la
reconstrucción, regocijarme en la maldad y el dolor mientras me nutro con la
dulzura y la pasión.
Puedo decir que todo va girando, que
yo también lo voy a haciendo, que mis tristezas y mis alegrías no son las
mismas cada día, que de alguna manera hay una evolución, que nada permanece
estático, que las cosas cambian. “Tiempo al tiempo”, algo que me cuesta dar,
pero que igual la vida me va a quitar, toca, a las buenas o malas, aunque la
paciencia no sea una virtud que yo posea. Y como no hay nada a mi alrededor que
me asegure el tiempo, este tiempo será solo mío, de mí para mí, con mi amor a
flor de piel al igual que mi más puro odio, con el deseo de la concreción al
igual que la tendencia a la dispersión, yo tan loca como posiblemente lo esté
él desde que me conoció. Yo tan loca, yo tan cuerda, yo tan sabia, yo tan
tonta… Y así cada paso será mi creación, por el poder que me confiero yo, el
futuro será otra vez mi bendición y mi perdición.