jueves, 13 de septiembre de 2012

Reflexiones


  • Escribo por una respuesta, pero me da miedo una respuesta, escribo para desahogarme, pero no sé si debería hacerlo con vos, escribo para no morirme, o quizás para morirme más rápido, escribo porque tengo que hacerlo, pero ni siquiera sé que es lo que tengo que hacer.
  • Arriesgar lo que queda de pellejo por el elemental sueño inalcanzable de las ilusiones utópicas y banales del sinsabor del desamor. Apostar inútilmente la humildad y la debilidad sarcástica  y volátil de la perfección jamás obtenida. Luchar con las fuerzas lánguidamente perdidas, creer, ilusionar el corazón con vacíos inherentemente permanentes, inevitablemente persistentes, decadentemente reales.
  • Hace tiempo tuve una amiga, una pareja, una madre, un padre. Cuando llegó la muerte ya no tenía nada, pero no me importó, igual, ya no los necesitaba.
  • El cielo solía ponerse azul, luego solo fue negro, ya no vi nada y tampoco volví a verme, pero me di cuenta de que nada había cambiado, siempre fue así, el azul solo fue siempre una ilusión.
  • “Nosotros los de entonces, ya no somos los mismos” (Puedo escribir los versos más tristes esta noche, P. Neruda)
  • ¿Los versos más tristes esta noche? Cómo saber cuáles son los versos más tristes? Los sueños siempre son amargos, las venas siempre están abiertas; la duda permanece, persiste el eterno dolor tantas veces temido, finalmente querido.
  • Da igual estar en cualquier lugar, del mismo modo siempre estoy sola, sin familia, sin amigos, sin amor; sólo me tengo a mí misma, así que aquí tengo todo lo que tengo, no tengo nada más que esto: mi miseria.
  • “En mi mirada lo he perdido todo. Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay” (Méndiga voz, A. Pizarnik)
  • Yo solo quería amor, amor de verdad. Estoy tan sola como una ostra, y ya no tengo nada que me anime.
  • ¿Por qué nisiquiera hay amor entre mi madre y yo? ¿No me duele? Claro que me duele. De vez en cuando darse cuenta de que tu vida es tan miserable que nisiquiera amas a tu madre ni tu madre te ama a ti… es realmente asqueroso.
  • ¿Para qué intentar suicidarme si lo más probable es que fracase en el intento?… Y luego tendré que seguirme enfrentando a esas consecuencias y a la misma miseria de siempre.
  • “No volveré a cometer la torpeza de perder la cabeza por una promesa, o algo peor” (Irremediablemente cotidiano, E. Búmbury).
  • Se siente triste ver cómo te preocupas a veces demasiado por la gente, pero que esa “gente” jamás se preocupa por ti.
  • ¿Qué haces cuando no tienes a dónde ir? Y cuando cada rincón sigue siendo lo suficientemente triste, lo suficientemente solo, lo suficientemente miserable?
  • Quema tanto el frío como el sol, quema el dolor y la soledad, la alegría y la intencionalidad… todo quema, tanto, tanto, que casi siempre recordamos que estamos vivos.

Milésima vez

Ahora escribo por primera vez con una sonrisota macabra y prepotente, esta vez no derramo las lágrimas acostumbradas sobre el papel utilizado. Por dentro dejo mis sueños y mi felicidad sincera, así debe ser, se acabó, viviré solo por vivir, y voy a hacerlo en grande; aprovecharé todas las oportunidades de sollarme lo que sea, como sea y con quien sea, sin pensar en mí y mucho menos en los demás, mejor dicho sin sentir. Con una mirada fría y maliciosa escribo lenta y segura que desde ahora aunque crea en mi existencia y en la de aquello que pueda ver, escuchar, oler, saborear o tocar, nunca más creeré en su verdad, no hay verdad, y mucho menos en el amor. Voy a utilizar todo lo que encuentre a mi paso, ahora el cariño se acabó, no tengo más sentimientos para andar desperdiciando por ahí, ¡todos son basura!, y en medio de ellos, hoy, no sé si con triunfo, con rabia o con nostalgia, me convertí en una más, una basura que ya no va a amar y solo va a odiar. Me da un poco de lástima admitir que ahora mi meta es vengarme por cada lágrima que me ha tocado derramar durante toda mi vida, tratando de dar amor cuando en realidad eso no existía. A partir de hoy cierro mi alma a todo y a todos, corazón de piedra, mente de asesina; me mataron el alma, ¡malditos! Ahora es mi turno, ahora siempre sonreiré aunque por dentro desde hace tiempo estoy totalmente destrozada.

La vieja historia de Tomás

Quiero alejarme de él, va a hacerme mucho daño como siempre, él es mi desgracia, pero lo quiero, me gusta demasiado, a su lado soy feliz cuando él es feliz a mi lado; el resto del tiempo sólo me causa dolor, por estar, por no estar, él me hace daño solo por existir, y si deja de hacerlo va hacerme mucho más. Sólo va a traerme dolor, siempre lo ha hecho, lo malo es que mi tonto y ciego corazón guarda en el fondo una última esperanza de que pueda llegar a amarme, realmente parece imposible, tengo que asimilarlo y abandonar su camino. Sin embargo nunca habíamos estado tan cerca, todo tiene reversa pero en el fondo yo no quiero que esto la tenga. Es como una droga que me hace sentir bien y al tiempo me hace daño, quiero dejarlo aunque siento que no puedo, necesito un centro de rehabilitación, necesito rehabilitarme y desintoxicar mi alma de este maldito amor que me está carcomiendo, creo que ahora sí necesito un buen psicólogo; Tomás me está matando, lo amo, lo quiero conmigo, no quiero dejarlo, ¡auxilio! ¡Necesito ayuda! Sé que lo odio, ¡lo odio demasiado!, pero ese odio no ha podido contra el amor que le tengo, ¡cómo desearía ignorarlo y sentir por el sólo indiferencia! Olvidar quién es, cómo lo conocí, olvidar su nombre, su rostro, su cuerpo, sus besos, su voz, sus brazos, sus abrazos.

Consecuencias eternas

Tanto tiempo de silencio, minutos de dolor, vacíos de soledad, mi guitarra y mis canciones, y aquí están mi corazón y mi mente aún enloquecidos por un amor fugaz, Jota.

Mi vida ya no tiene sentido, el tiempo ha pasado y no encuentro mi camino, me quedé estancada en ese nombre, en ese recuerdo… He tratado de salir, de buscar mi felicidad, no puedo… Acabé con todo, llegué al fondo, a lo más bajo, acabé con todo por él, y lo único que logré fue hacer que me despreciara… y con toda la razón… yo era su espejo, su ejemplo a seguir, lo único bueno que le quedaba en su mundo de “suciedad”; lo defraudé, rompí el encanto y me odió, y me odia, y nunca podrá perdonarme que con la excusa del dolor de haberlo perdido me hubiera metido en eso mismo de lo que trataba de sacarlo.

Me hice daño a mí, le hice daño a él, a mi mamá y a mis amigos; lo perdí todo, perdí mi propio amor, no sé quién soy, no sé qué soy. Estoy hundida en un mundo de tristes recuerdos, de sueños truncados por inconsciente, por acelerada; ya no tengo fuerzas, no tengo motivos para luchar, mis ilusiones se apagaron, estoy muerta aunque respire, ya no tengo alma.

Tuve un sueño que es mi sueño, aún después de tanto tiempo, ya casi un año y no puedo dejar de amar a Jota, no sé por qué, qué me hizo, pero no logro olvidarme de los momentos que compartí con él, de sus sonrisas, su música, sus palabras.

Nunca había hecho nada por nadie, ni había conocido a alguien con un pasado tan triste, nunca podré olvidar los consejos que le di, las lágrimas que lloró, lo que aprendí de él, lo que aprendió de mí, sus dibujos, su deseo de cambiar, de llegar lejos, de triunfar y ser un orgullo para su padre, de hacerme feliz y alejarme de la maldad, sin tener que llorar, sin tener que sufrir, sin tener que pasar por lo que él vivió; el camino perdí, me hundí más que él y por eso me odió, y ya todo se acabó y mi alma se murió; lo perdí a él, me perdí a mí, el futuro termino y en el lecho de mi muerte lo vi, era solo un sueño, un triste y anhelado sueño…

“Me mira y sonríe, que extraño sin me odia, trataré de no demostrarle más lo mucho que me importa; pero se acerca… no entiendo… ¿por qué me besa si me odia?... ¡No es verdad! ¡No me odia! ¡Me ama, me necesita! ¡Me quiere junto a él para siempre! Entonces ahí estaré porque siempre lo deseé. Ahora me abraza y llora porque tiene miedo de perderme, ¡No me iré, ahí estaré! No quiero que llore, ahí estaré, siempre lo amaré, nunca, nunca me iré”.

Es el lecho de mi muerte, lo vi.

Era solo un sueño, un triste y anhelado sueño.

Es mi vida regresada,
de juventud deslizada,
la esperanza realizada,
mi felicidad alcanzada.

Cuando las heridas están por dentro

Quizás soñé con mis miedos, quizás fueron mis anhelos, aún no lo sé, pero soñé con el dolor; tal vez con el dolor que me trastorna, a lo mejor fue la soledad, mi soledad aquí y allá, la tristeza de estar sin él para soñar sin él. ¿Puede ese sueño ser mi propia vida, mi futuro?

El dolor no me abandona, duerme bajo mi almohada, permanece en mi cerebro. El dolor es tan fuerte que busca una salida, solo la sangre que fluye de mi cuerpo permite que la tristeza respire; así el dolor vive mientras yo solo muero, y muero cada día más, y me ahogo entre la sangre, entre las llamas, entre las aguas de la vida misma que me rodea; creo que es demasiado para mí. Yo simplemente observo, lloro y sufro… sufro demasiado.

¿Cómo puede alguien así de débil nacer a enfrentar una vida que no es fácil para nadie?

Todos mueren y yo no, yo no muero pero lloro y es peor, porque lloro sangre, y la sangre es más roja, más espesa, y la sangre duele más al salir, y duele más cuando las heridas están por dentro, porque el cuerpo es más fuerte; mi alma nace, vive y muere débil, muere pronto mientras todos solo me observan, caminan o corren, tropiezan y caen, se levantan y siguen. Yo camino, tropiezo, caigo y solo espero la pacífica y amiga muerte, lenta pero segura. 

Mi inocente primer amor

Extraña es ahora su mirada, oscuro su corazón, ya no hay nada para mí; quizás fue mi culpa.

Solo quise amarlo, lo he perdido, y puedo sentirlo pero no entenderlo, su alma está lejos, pero su cinismo lo ata a mi cuerpo; cero sentimientos, muchos pensamientos, fuertes los recuerdos, débiles momentos… de verdad llegué a amarlo, de verdad lo amo.

Encontrarlo fue casualidad, conocerlo fue curiosidad, ayudarlo fue simple humanidad, amarlo fue necesidad. Vivir entre el arte, el rap y las drogas, vivir entre la muerte y la calle pese a tener todo lo necesario en su hogar, contar con cosas más valiosas afuera, contar con la realidad; una vida cruel para un muchacho que cuando conocí solo tenía 14 años, dos menos que yo.

Muchas historias hay para decir de su vida, mucha soledad dentro de su corazón, una soledad que me conmovió, que me enamoró, una madurez forzada, una inteligencia analítica y extraña pero real y coherente; una ternura infantil escondida tras la violencia, pero que yo quería descubrir, y quería sentir, por eso lo amé, lo amo, por su voluntad de cambio, por su transparencia de alma, por su dolor reprimido, por su conciencia dormida.

Yo fui lo mejor en su vida, fui su luz, su guía, su nuevo camino, su redentora; sentí que me amaba, y entonces aprendí a quererlo; fue muy lindo vivir con ilusiones. Ahora todo cambió, su frialdad es cruel, su cinismo duele; a veces pienso que jamás logré mi objetivo, que siempre me ha mentido, pero me queda el consuelo de haber ofrecido mi vida por su felicidad; lo intenté con todo el corazón, cumplí con lo que consideré mi deber, ahora puedo desaparecer para siempre.

Todo tiempo pasado fue mejor


Silencioso como caminar,
tan simple como respirar,
tan profundo como el dolor,
simplemente así es la muerte.
¿Acaso morir es lo único que nos rodea?,
nisiquera hace falta dejar de respirar para expirar,
solo se necesita respirar dolor para querer entonces morir.
Si la vida es hermosa no existe el dolor, no existe el amor y no existo yo,
si la muerte es hermosa tampoco existe el dolor, ni la paz, pero existo yo;
existo yo en la muerte y no en la vida, pues aunque  viva no respiro,
sólo lloro por el pasado, y es cierto lo que dicen: “Todo tiempo pasado fue mejor”.
Y entonces pienso: Sólo el pasado fue feliz,
si el presente es sufrimiento, el futuro será muerte,
y soñar no será suficiente para poder respirar siempre.
El veneno nos rodea, nos tortura, nos llena por dentro;
el veneno no nos mata, nos refresca la sangre y las ganas de vivir para morir por él.
Caminando no se aprende, se tropieza y se cae;
corriendo no se llega, se adelanta y se pierde;
respirando no se vive, se agita y se ahoga;
soñando no se ama, se equivoca y eso duele;
llorando no se alcanza, se trastorna y se muere.

El problema de tu mundo imaginario

¡Que bueno es tener esa facilidad de amar que tú tienes! Pero… déjame decirte que se te está convirtiendo en un problema, un gran problema.

Que ¿Por qué?, tienes el cinismo de preguntar “¿por qué?”. Pues bien, si te vas a poner en ese plan de niña ingenua tendré que ser directa y cruel; voy a decirte por qué.

Es tan simple… últimamente le das amor a cualquiera, segura de que ese amor te será compensado, pero no, la mayoría de esas personas no te quieren, es más, no necesitan de ese amor, no necesitan de ti, estás de sobra en sus vidas. ¿Entiendes ahora, o quieres que continúe?

¿Que no lo puedes creer?, pues créelo, créelo porque es la verdad. Durante todo este tiempo has estado creando un futuro perfecto, el futuro que tú quieres, y has creído que todos aquellos que te rodean son títeres que tu acomodas en el lugar que desees y que entran o salen de tu mundo imaginario cuando tú digas. Y no, las cosas no son así, tú no puedes manejar a nadie en este mundo, no puedes obligar a nadie a que permanezca a tu lado, a que te regale un poco de su amor, debes resignarte a quedarte sola.

Pero no pongas esa cara, exagero un poco, no es tan así, no te vas a quedar sola, únicamente ten paciencia, espera con calma a que llegue alguien que necesite de tu amor; ese alguien debe existir, y debe estar en algún lugar del mundo; no te desesperes, ese alguien será muy especial y va a darte todo el amor que te mereces, estoy segura de que serás muy feliz, por fin tendrás tu recompensa. Te lo digo en serio, relájate.

De nuevo sentirse extraño

Caer sin tocar el fondo,
callar y escuchar tu voz.
Morir respirando aún,
llorar sin sentir dolor.
Vivir sin lograr amarte,
cantar con el corazón,
oír tus propios latidos,
amar sin una ilusión.

Quedarse tan solo de pronto teniendo el corazón tan blando y tan lleno de ilusiones para compartir, sin imaginar jamás que todos las romperán poco a poco; entonces tener que ser cruel y odiar la propia vida y odiar estar en un mundo tan sucio que no tiene nada para dar, y querer morir, y pedir ayuda sin recibir respuesta, y desvanecerse en una nube que se crea en la mente, y volar tan lejos para jamás regresar, y sentirse en otro lugar, sentirse diferente a todos… de nuevo, sentirse extraño.

No hay luz

¿Dónde está la luz? No hay luz, ¿por qué diablos no puedo ver esa luz que todos ven? ¿Dónde diablos está el sentido de mi vida? ¿Por qué no puedo reír? ¿Por qué?

Necesito ayuda pero no existe alguien que lo entienda, todos son unos ignorantes, todos viven por vivir, no se dan cuenta del esfuerzo inútil que hacen para lograr algo que no sienten.

Estoy tratando de vivir lo que realmente quiero vivir, sin importarme las consecuencias. El mañana no existe, ¿por qué todos se preocupan por el futuro, si no sabemos si llegará o no? Todos se sacrifican hoy para estar bien mañana, y simplemente terminan muriendo en el esfuerzo y el sufrimiento, pero jamás llegan a disfrutar lo que tanto cultivaron.


Estoy tratando de encontrar una luz al caminar,
pero aunque me mueva más solo hallo oscuridad.
Simplemente es oscuro, más oscuro;
no puedo quedarme quieta, solo lograre morir;
solo puedo continuar hacia a adelante,
aunque falle en el intento y jamás logre salir.

Lástima

Mirándote a los ojos me das tanta lástima, llegas a conmoverme; puedo leer tu dolor, pero no logro entenderlo.

“Mi alma no tiene alivio, estoy condenada a vivir en esta soledad que aún no sé si es real, o por el contrario, solo está en mi mente, pero que sin embargo algún día me causará la muerte”. “Ya logró matar mi corazón, mi cerebro, toda mi vida no existe, basta con mirarme para darse cuenta de que solo respiro, y que no me fijo en lo que hay a mi alrededor; o bueno sí, si me fijo en algo, en lo malo, porque para mí no hay nada bueno en el mundo, no hay solución a nada”.

Eres tan débil que no sabes manejar tus propias depresiones, son ellas quienes te manejan a ti.

“Todos me manejan, mi alegría depende de los demás, del amor que me brinden, dentro de mí no hay nada, necesito que me llenen de amor, pero ¿quién va a querer a amar a un ser tan depresivo, oscuro y solitario como yo?”.

La perfección perdida

Si tan solo pudiera comprender mis propios pensamientos y sentimientos, si lograra analizar con cabeza fría las posibilidades que tengo a mi alrededor; pero no puedo, no lo logro, es muy difícil para mí dejar a un lado el corazón y poner a actuar el cerebro, es casi imposible.

(La luna hoy está realmente hermosa, es creciente y aunque no se ve completa, se ve clara, no hay ninguna nube que la cubra, se ve nítida; me da tristeza, me confunde, no logro respirar tranquilamente, no puedo).

Estoy llena de luz, una luz que no soy capaz de irradiar, no logro transmitir la tibieza de mi alma, hay una extraña barrera de dolor y desamor que impide el paso de mi ternura a los demás, todos me ven como un punto negro y frío, como alguien que no sabe de la belleza de la vida, alguien sin nada que decir, sin nada que sentir.

Estoy encerrada en el mundo que yo misma creé, en los sueños que inventé, las frases que imaginé, en las personas que amé (que aún amo), y que convirtieron mi amor en una corriente de basura que se volvió contra mí, y que día a día ahoga y contamina mi alma; esa alma limpia que nadie conoce porque no puedo mostrarla a los demás, porque está encerrada; y ahí estoy yo y ahí está ella, que prefiere callar, que prefiere pensar, y no quiere vivir y no me dejar vivir.

Una esperanza pasada

Ahora veo la luna, únicamente la luna me calma, me da una esperanza, me dice mudamente que ella también está sola; brilla para mí, para darme fe, para animarme, me consuela mirarla, ver como su frío y el mío de parecen; pienso que pronto llegará el fin de mi tristeza, que hay un ser que piensa como yo, siente como yo, y sobre todo, que ama como yo y las cosas que amo yo.

Su luz aclara mis pensamientos, no todo es tan malo, muchos me quieren, me necesitan, soy importante, no mucho, pero lo soy, debo continuar, no puedo rendirme, no ahora, no debo despreciar lo bueno por escapar de lo malo. Viviré!

La locura desde tiempo atrás

A veces solo el silencio me reconforta, a veces las palabras me dañan, a veces siento que quiero estar sola, a veces pienso que estoy loca.

Mi locura no es una locura común, no, mi locura es algo que llevo dentro, algo que me hace daño a mí y que le hace daño a los demás, algo que aún no he logrado comprender, es un dolor que me lastima, una necesidad de algo que no sé qué es. Lo tengo todo, es cierto, muchos querrían estar en mi lugar, pero si eso es así, ¿porque me siento tan mal? ¿por qué siento que no tengo nada?

Alguien como yo viviría feliz. Unos pocos problemas y disgustos en el mundo no serían nada al lado de lo bueno que me rodea. Mi interior es un mundo de contradicciones, de tristezas continúas que no tienen consuelo, de preguntas locas que no tienen respuesta. Para mí todo lo bueno que tengo no vale nada, mis problemas se han convertido en algo más fuerte que yo, una confusión interna que no puedo manejar; tengo que estar desquiciada para empequeñecer lo bueno y exagerar lo malo. A veces siento que dentro de mí hay una fuerza oculta negativa que y pesimista, una especie de demonio que no se manifiesta públicamente, pero que es más fuerte que yo… A veces soy tan cuerda, sensata y buena, a veces soy tan frenética, tan infantil, tan insegura.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Solo vive

Sueños agrios con sabor a esperanza, gritos rojos con matices anaranjados, abrazos fuertes con asomos de cariño, inseguridades con ínfulas de verdades.

Significados confusos, caramelos derretidos, mares congelados, mariposas quemadas, lágrimas secas, dolores enamorados.

Lame mis heridas mientras yo rompo tus labios, riégame la vida mientras yo cortos tus brazos, cae sobre el fuego mientras yo me ahogo en tus abrazos, destrózate el mundo mientras yo junto mis pedazos.

Te veo entre el azul de mis incredulidades y el verde de mis posibilidades, me veo entre el rojo de mis ansiedades y el anaranjado de mis vitalidades; si los mezclo me da azul cielo, verde esperanza, rojo pasión y anaranjado sonrisa; también puede darme negro maldición.

Saboreo nuestra sal en pieles de algodón, camino entre pétalos que hieren mis pies, sonrío a los amaneceres que atardecen nuestras vidas, me imagino muriendo… no sé si contigo o por ti.

El infierno no se extingue frente a la ilusión de brisa, pero con las tempestades son peleas de titanes, qué hacer con los ángeles cuando los demonios mandan? qué hacer con el cielo cuando eres libre sin tenerlo?

No sé de verdades, y eso aunque me molesta, siempre me refresca. Nadaré en los mares de experiencias, en el mundo hecho de vivencias, me bañaré con las noches, no tendré ningún reproche. Estoy contigo aunque no te tengo, estás conmigo desde cualquier punto del universo. Nos amamos? Es probable, no sabemos, más que cierto.

Llama, escribe, vuelve o ninguna de las anteriores, solo vive. Besos muchos en tu espacio y en tu tiempo. Y recuerda: Solo vive.

Una noche de complacencia

Hoy era un día normal, con pretensiones de acercarse a lo perfecto… como todos los días, como todos mis sueños. Fue un simple transcurrir, lleno de vacíos, de ilusiones, de paliativos, de engaños, lleno de mí, lleno de nada.

Hoy traté por milésima vez de reinventar mi realidad, de reinstaurar una que otra verdad… hoy disfracé el sufrimiento de diversión y sarcasmo, hoy me enamoré de los fantasmas, de algunos dolores, de muchos sabores y generalmente de mis amores.

El olvido y el amor se golpean en las nubes habitantes del infierno… la falta y el desgaste se diluyen en las sombras… la vida y la muerte se me fusionan borrosamente. Me desaparezco sin darme cuenta… me esfumo… me desvanezco lánguidamente. No me percibo… Espérame al final… espérame en cualquier segundo… Juan… ya casi te alcanzo... llévame contigo…

Te espero con paciencia, dolor y complacencia…