Silencioso como caminar,
tan simple como respirar,
tan profundo como el dolor,
simplemente así es la muerte.
¿Acaso morir es lo único que nos rodea?,
nisiquera hace falta dejar de respirar
para expirar,
solo se necesita respirar dolor para
querer entonces morir.
Si la vida es hermosa no existe el
dolor, no existe el amor y no existo yo,
si la muerte es hermosa tampoco existe
el dolor, ni la paz, pero existo yo;
existo yo en la muerte y no en la vida,
pues aunque viva no respiro,
sólo lloro por el pasado, y es cierto lo
que dicen: “Todo tiempo pasado fue mejor”.
Y entonces pienso: Sólo el pasado fue
feliz,
si el presente es sufrimiento, el futuro
será muerte,
y soñar no será suficiente para poder
respirar siempre.
El veneno nos rodea, nos tortura, nos
llena por dentro;
el veneno no nos mata, nos refresca la
sangre y las ganas de vivir para morir por él.
Caminando no se aprende, se tropieza y
se cae;
corriendo no se llega, se adelanta y se
pierde;
respirando no se vive, se agita y se
ahoga;
soñando no se ama, se equivoca y eso
duele;
llorando no se alcanza, se trastorna y
se muere.
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