- Hola
Gabriel, otra vez yo. Estás ocupado?
-
Nunca
lo estoy para ti, de hecho nunca lo estoy (risa). No mentiras, a veces sí pero
no para ti.
-
(risa)
Definitivamente adoro tu sentido del humor; a veces lo envidio, me encantaría
siempre encontrarle chiste a todo como tú.
-
Sabes
que si no lo haces es porque no quieres, tú eres igual de divertida que yo,
sólo que te amargas. Pero bueno, dime para que estoy bueno? Perdón para que soy
bueno.
-
(risa)
Necesito contarte algo nuevo.
-
Ya
sé que es, aunque no es tan nuevo, más bien es algo viejo.
-
Estuviste
el viernes? Eres un metiche. A veces me pregunto para que me tomo el trabajo de
contarte si debería saber que puedes estar en cualquier lugar y en cualquier
momento, siempre espiando las cosas de los demás.
-
Ay
dios, apuesto a que si hubieras rogado porque estuviera aquí o allá y no
hubiera estado te habrías enojado. Te conozco, relájate. Cuál es tu punto del
viernes?
-
Bueno,
ya que estabas detrás de mí, o mi lado, o al frente, mi punto es que aun no
entiendo porque me importa tanto Simón? No sé si realmente me gusta porque sí o
porque es el hermano de Fernando, de hecho no sé si tan solo me gusta o es que
de verdad lo quiero, o ninguna de las anteriores, pero es que con él me tocó
compartir cosas muy duras, el también carga con esa historia, hasta carga con
tu historia.
-
Simón…
Simón Martínez Daza…
-
Sé
cómo se llama…
-
Exacto,
sabes que se llama Simón Martínez Daza, no sé si te recuerda a un tal Juan
Fernando Martínez Daza. Ana, obvio que el hecho de que sea el hermano te
influye mucho, no del todo pero tú amas lo prohibido, lo amas conciente e
inconcientemente, es algo que está en tu naturaleza, ni siquiera luchando
puedes quitar eso de tu vida. Me imagino que también me contarás de Tato,
estuve hasta tarde.
-
Tato…
El punto con Simón es que es tan lindo… por fuera y por dentro, tan dulce,
siempre sonriendo, con su carita de niño que no cambia desde hace 5 años, esa
carita que me consoló tantas veces mientras Fernando solo me dañaba, esa carita
que lloró conmigo por mí y también por él, esa carita que también Fernando
golpeó. Simón está tan metido en todo esto como tú o como Francesca. Lo
gracioso es que resulta que Simón y Julián tienen la misma edad, pero mientras
yo veo a Julián como alguien mayor, centrado, maduro, con el panorama claro, a
Simón lo veo como el bebé de 14, siempre lo he visto como un niño, un niño
hermoso, pero al fin y al cabo como un niño.
-
Ese
es el punto Ana, tú por Simón sientes un cariño incestuoso, lo ves como si él
fuera tu hermanito, hasta lo sigues viendo como tu cuñadito, lo ves como lo
prohibido. Si quieres que te diga la verdad, siempre será así, tú amarás a
Simón por siempre, a tú manera, y no creas… también Simón te ama a su manera,
tú eres muy representativa para él. O tú crees que uno todos los días tiene que
ver como su hermano cristiano se convierte en un demonio, como intenta matar al
papá, a la mamá, a la novia y a uno, cómo se desmorona la familia y cómo todo
eso ocurre precisamente por esa novia en específico; cómo esa chiquilla influye
tanto para que todo se vuelva una porquería, además que a la corta de edad de
14 o 15 a uno le toque ser más hombre que el hermano mayor para defender y
consolar a una mujer indefensa, una mujer que además es hermosa y a la cual tu
no le eres indiferente. Y encima de todo que las cosas con el hermano terminen
y por cuestiones del destino termines tarde o temprano en las mismas sábanas
con ella, y no sólo una vez; eso no es casualidad, eso se vio venir desde hace
5 años. Ana, para Simón tú no eres cualquier mujer, ni cualquier noviecita que
haya tenido o que pueda tener, tú eres la ex-mujer de su único, amado y odiado
hermano, la mujer que más contribuyó a la destrucción de la familia, pero la
mujer más humana que haya conocido jamás, vendrías siendo como un pequeño todo.
-
Todo
eso suena demasiado loco.
-
Pero
es real, solo que es algo por lo que no tienes que preocuparte, entre Simón y
tú siempre habrá algo, pero ese algo siempre será nada. Digamos que es un hilo
del destino pero ese hilo no tiene que mantenerlos juntos, de hecho no lo hará
jamás. Tu vida no está ligada a la de Simón, aunque lo estén sus destinos, de
hecho sus vidas siempre han estado y estarán demasiado separadas.
-
Digamos
que te entiendo, esta vez eres más que claro, igual el punto es que me perturba
verlo y cruzar un par de palabras con él.
-
Y
siempre lo hará, pero eso no significará nada. Tu vida ahora está al lado de
Julián, él es tu presente.
-
Sí,
yo sé, así lo siento, pero es que el miedo del presente y del futuro siempre me
remitirá al pasado.
-
Sí,
yo sé, y sabes que eso siempre ha estado mal. Julián mismo te dijo que pensar
en el futuro le resta significado al presente.
-
Algo
así. Listo Simón, y Tato? Cuando estoy con él el resto del mundo me importa un
pepino.
-
Tu
vínculo con Tato es real, no está solo en tu cabeza, llevan la misma sangre;
además son 10 años de amistad, 10 años de risas, música y fiesta; lo que pasa
es que a ti se te confunde el amor filial con el amor pasional, tú no tienes
hermanos, no sabes cómo querer a alguien que es contemporáneo contigo y con el
cual has compartido parte de tu vida, por eso a Tato no lo ves como tu primo.
-
Pues
no sé, porque igual a mis otros primos los veo distintos, no me llaman la
atención. Sabes que con Tato es diferente.
-
Lo
que lo hace diferente es el mundo en el que lo conociste, lo conociste en el
mundo que amas, en el que creciste, lo conociste más como un amigo que como un
primo; es más, ustedes nunca hablan de la familia, es como si eso no lo
tuvieran en cuenta. No te voy a negar que Tato la embarra tanto como tú, el
cuento no es solo tuyo.
-
Antes
de conocer a Julián me estaba apegando mucho a Tato, estábamos hablando muy
seguido, por momentos creí que me estaba enamorando de él, a veces me pregunto
si realmente no he estado enamorada de él siempre.
-
Tu
siempre has estado confundida, pero si lo que sientes por tu primo fuera amor
amor, no habría existido Fernando; tu cariño por Tato es constante pero no es
superior al amor que puedes sentir por alguien que es tu pareja; es solo tu
confusión, tú no lo amas, es decir, sí lo amas pero como tu primo y como tu
amigo, y obvio, te gusta, pero jamás lo amarás como cuando tú de verdad amas,
como cuando te enamoras. Además tú siempre has dicho algo: el estará contigo
hasta la muerte, al fin que sólo eso los separaría. Tú solo tienes que hacer lo
que siempre has hecho: disfrutar de su compañía, de sus abrazos y hasta de sus
desprecios, pero Tato es otro que no afectará tu vida de una manera crucial, a
él te une el apellido, probablemente ni siquiera el destino, si él no fuera tu
primo, sería un punkero cualquiera, tal vez ni te importaría, hasta te podría
caer mal.
-
No
creo, él es demasiado bien.
-
Ok,
entonces si él no fuera tu primo, ya habrías sido su novia, y ahora ni siquiera
serían amigos.
-
Eso
es muy probable. Pero como no somos nada, por eso me sigue importando tanto.
-
Te
importa tanto porque es prohibido, porque no puede darte todo sino una
partecita de su amor.
-
Lo
amo, no soportaría que le pasara nada malo, pero es igual con mi papá o con mi
mamá. Tal vez únicamente lo quiero como a un hermano.
-
Es
lo que trato de explicarte. Lo que pasa es que tú te enredas sola.
-
…
-
Lo
que trato de decirte es que no tienes que dejarte perturbar ni por Simón ni por
Tato, tú tienes claras las cosas, tu presente tiene nombre propio, y ese nombre
es Julián, de resto nada más importa.
-
Yo
sé, jamás te dije que el hecho de perturbarme me hiciera dudar de lo que siento
por Julián.
-
No
dudas de eso, dudas del presente y del futuro, y Julián es tu presente.
Entonces dudas de él?
-
Sabes
que siempre tengo miedo.
-
El
miedo no te deja avanzar. Ana, tienes que evolucionar. Sé que has mejorado
muchas cosas, sé que estás en un nivel superior del que estabas cuando yo
aparecí; pero aun así, puedes estar mejor, sólo relájate y disfruta (risa). La
vida no depende de una llamada o de la ansiedad que te genera saber si alguien
te ama hoy o te va a amar mañana, la vida es una construcción, una larga
construcción, y el destino es una larga construcción y reconstrucción de esas
vidas, por eso a veces se me hace tan complicado responder tus básicas
preguntas. Si te sumergieras más en la meditación volverías a conectarte con
esferas que ya has vislumbrado en tus momentos de trascendencia. Me has dicho
que quieres estar conmigo, o estar donde yo estoy, o ir a donde yo voy, pero no
haces nada para abandonar tu terrenalidad, te aferras demasiado a lo mundano,
quieres flotar pero no dejas tu carne a un lado.
-
...
Hablar contigo sirve de algo… ¿?
-
Claro
que sí, cuando hablas conmigo estás dejando un poco a un lado eso, pero podríamos
hablar o leernos en niveles superiores, si te liberaras un poco, no sólo
podrías hablar conmigo, podrías visitar a Francesca, a Ángela o a quien tu
quisieras, tu proceso podría estar mucho más avanzado.
-
La
calle y la diversión me apegan a este mundo, el alcohol y las drogas contaminan
mi cerebro.
-
Este
momento no es gratis, Ana por algo estoy de nuevo aquí hablando contigo después
de 4 años, por algo me buscaste, tu misma pides salir de donde estás.
-
Necesito
hablar con Francesca, necesito su versión de mi historia.
-
No
necesitas exactamente eso, pero sería bueno que hablaran.
-
Pero
y si Francesca me exalta? Si me hace mala de nuevo?
-
Ni
Francesca ni y te hacemos de ninguna manera, nosotros somos nosotros y tú eres
tú.
-
Pero
tú me calmas, me aconsejas, me das fuerza, Francesca es dura y no tiene
compasión, si se mete en mi vida y le hace de nuevo daño a la gente que me
rodea?
-
Francesca
solo se mete si tú la dejas. Además sabes muy bien que Francesca solo le hizo
daño a la gente que se lo merecía, y que lo único que quería era protegerte, en
ese entonces no te quejaste, al contrario disfrutaste bastante lo que ella en
particular le hizo a Fernando.
-
Lo
que ella le hizo a Fernando, tal vez en ese entonces lo disfruté, pero sabes
que no tiene perdón ni del cielo ni del infierno.
-
Ella
no necesita perdón de ninguno de los dos lados.
-
Parece
que estuvieras de parte de ella.
-
Sólo
expongo la realidad, sabes que nunca estoy de parte de nadie, aunque en algún
momento solo estuve de tu lado.
-
No
quiero pelear contigo, sé que tienes razón, siempre tendrás razón. Si ves, con
solo mencionar a Francesca el ambiente se calienta.
-
Ella
es tu hermana y siempre han chocado, si quieres hablar con ella debe reinar la
calma en ti, sino sabes que las cosas se complican aún más.
-
Me
hace falta, no me importa si las cosas se complican. Siempre he necesitado de
los dos.
-
Nunca
has necesitado de ninguno de los dos, lo que ha pasado es que gracias a
nosotros has descubierto cosas de ti que jamás imaginaste.
-
Parece
que todo está claro. Podrías decirle que quiero hablar con ella.
-
Díselo
tú misma.
-
Cómo?
-
Conoces
la forma, sólo hazlo cuando quieras.
-
Jamás
terminaré de agradecerte todo esto.
-
Es
mi deber, con esto me gano la vida (risa).
-
Más
bien te ganas tu otra vida.
-
Una
de tantas (risa). Cuídate.
-
Lo
haré.
-
Hasta
muy pronto.
-
Hasta
muy pronto.
Abril 6 de 2012, después de las 3 pm.
Creo que es hora.