Este escrito está dedicado a alguien
para quien en algún momento de su vida fui demasiado especial, este escrito me
arranca un poco de piel al recordar que realmente desperté dulces, profundos y
reales sentimientos, capaces de arriesgarse hasta las últimas consecuencias,
capaces de luchar, capaces de entregarse por entero a mi vida y a mi infierno,
capaces de llevarme al cielo.
Donde quiera que estés, acá se te
recuerda y se conservan tus palabras:
Duele
Duele la vida
Duele la muerte
Duele llorar
Duele más no reír
Duele quererte
Duele más no hacerlo
Duele tenerte cerca y no poderte besar
Duele más no tenerte
Duele no ser el más importante en tu
vida
Duele más no ser nadie en tu vida
Duele el mundo
Duele la sociedad
Duele querer algo de otro
Duele más no tener que querer
Duele la monotonía
Duele la soledad, la mentira y la verdad
Duele…
Nada duele más en este mundo que la de
idea de que tú no estuvieras en mi mundo.
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