martes, 6 de noviembre de 2012

Hola Gabriel

-        Hola Gabriel, otra vez yo. Estás ocupado?
-        Nunca lo estoy para ti, de hecho nunca lo estoy (risa). No mentiras, a veces sí pero no para ti.
-        (risa) Definitivamente adoro tu sentido del humor; a veces lo envidio, me encantaría siempre encontrarle chiste a todo como tú.
-        Sabes que si no lo haces es porque no quieres, tú eres igual de divertida que yo, sólo que te amargas. Pero bueno, dime para que estoy bueno? Perdón para que soy bueno.
-        (risa) Necesito contarte algo nuevo.
-        Ya sé que es, aunque no es tan nuevo, más bien es algo viejo.
-        Estuviste el viernes? Eres un metiche. A veces me pregunto para que me tomo el trabajo de contarte si debería saber que puedes estar en cualquier lugar y en cualquier momento, siempre espiando las cosas de los demás.
-        Ay dios, apuesto a que si hubieras rogado porque estuviera aquí o allá y no hubiera estado te habrías enojado. Te conozco, relájate. Cuál es tu punto del viernes?
-        Bueno, ya que estabas detrás de mí, o mi lado, o al frente, mi punto es que aun no entiendo porque me importa tanto Simón? No sé si realmente me gusta porque sí o porque es el hermano de Fernando, de hecho no sé si tan solo me gusta o es que de verdad lo quiero, o ninguna de las anteriores, pero es que con él me tocó compartir cosas muy duras, el también carga con esa historia, hasta carga con tu historia.
-        Simón… Simón Martínez Daza…
-        Sé cómo se llama…
-        Exacto, sabes que se llama Simón Martínez Daza, no sé si te recuerda a un tal Juan Fernando Martínez Daza. Ana, obvio que el hecho de que sea el hermano te influye mucho, no del todo pero tú amas lo prohibido, lo amas conciente e inconcientemente, es algo que está en tu naturaleza, ni siquiera luchando puedes quitar eso de tu vida. Me imagino que también me contarás de Tato, estuve hasta tarde.
-        Tato… El punto con Simón es que es tan lindo… por fuera y por dentro, tan dulce, siempre sonriendo, con su carita de niño que no cambia desde hace 5 años, esa carita que me consoló tantas veces mientras Fernando solo me dañaba, esa carita que lloró conmigo por mí y también por él, esa carita que también Fernando golpeó. Simón está tan metido en todo esto como tú o como Francesca. Lo gracioso es que resulta que Simón y Julián tienen la misma edad, pero mientras yo veo a Julián como alguien mayor, centrado, maduro, con el panorama claro, a Simón lo veo como el bebé de 14, siempre lo he visto como un niño, un niño hermoso, pero al fin y al cabo como un niño.
-        Ese es el punto Ana, tú por Simón sientes un cariño incestuoso, lo ves como si él fuera tu hermanito, hasta lo sigues viendo como tu cuñadito, lo ves como lo prohibido. Si quieres que te diga la verdad, siempre será así, tú amarás a Simón por siempre, a tú manera, y no creas… también Simón te ama a su manera, tú eres muy representativa para él. O tú crees que uno todos los días tiene que ver como su hermano cristiano se convierte en un demonio, como intenta matar al papá, a la mamá, a la novia y a uno, cómo se desmorona la familia y cómo todo eso ocurre precisamente por esa novia en específico; cómo esa chiquilla influye tanto para que todo se vuelva una porquería, además que a la corta de edad de 14 o 15 a uno le toque ser más hombre que el hermano mayor para defender y consolar a una mujer indefensa, una mujer que además es hermosa y a la cual tu no le eres indiferente. Y encima de todo que las cosas con el hermano terminen y por cuestiones del destino termines tarde o temprano en las mismas sábanas con ella, y no sólo una vez; eso no es casualidad, eso se vio venir desde hace 5 años. Ana, para Simón tú no eres cualquier mujer, ni cualquier noviecita que haya tenido o que pueda tener, tú eres la ex-mujer de su único, amado y odiado hermano, la mujer que más contribuyó a la destrucción de la familia, pero la mujer más humana que haya conocido jamás, vendrías siendo como un pequeño todo.
-        Todo eso suena demasiado loco.
-        Pero es real, solo que es algo por lo que no tienes que preocuparte, entre Simón y tú siempre habrá algo, pero ese algo siempre será nada. Digamos que es un hilo del destino pero ese hilo no tiene que mantenerlos juntos, de hecho no lo hará jamás. Tu vida no está ligada a la de Simón, aunque lo estén sus destinos, de hecho sus vidas siempre han estado y estarán demasiado separadas.
-        Digamos que te entiendo, esta vez eres más que claro, igual el punto es que me perturba verlo y cruzar un par de palabras con él.
-        Y siempre lo hará, pero eso no significará nada. Tu vida ahora está al lado de Julián, él es tu presente.
-        Sí, yo sé, así lo siento, pero es que el miedo del presente y del futuro siempre me remitirá al pasado.
-        Sí, yo sé, y sabes que eso siempre ha estado mal. Julián mismo te dijo que pensar en el futuro le resta significado al presente.
-        Algo así. Listo Simón, y Tato? Cuando estoy con él el resto del mundo me importa un pepino.
-        Tu vínculo con Tato es real, no está solo en tu cabeza, llevan la misma sangre; además son 10 años de amistad, 10 años de risas, música y fiesta; lo que pasa es que a ti se te confunde el amor filial con el amor pasional, tú no tienes hermanos, no sabes cómo querer a alguien que es contemporáneo contigo y con el cual has compartido parte de tu vida, por eso a Tato no lo ves como tu primo.
-        Pues no sé, porque igual a mis otros primos los veo distintos, no me llaman la atención. Sabes que con Tato es diferente.
-        Lo que lo hace diferente es el mundo en el que lo conociste, lo conociste en el mundo que amas, en el que creciste, lo conociste más como un amigo que como un primo; es más, ustedes nunca hablan de la familia, es como si eso no lo tuvieran en cuenta. No te voy a negar que Tato la embarra tanto como tú, el cuento no es solo tuyo.
-        Antes de conocer a Julián me estaba apegando mucho a Tato, estábamos hablando muy seguido, por momentos creí que me estaba enamorando de él, a veces me pregunto si realmente no he estado enamorada de él siempre.
-        Tu siempre has estado confundida, pero si lo que sientes por tu primo fuera amor amor, no habría existido Fernando; tu cariño por Tato es constante pero no es superior al amor que puedes sentir por alguien que es tu pareja; es solo tu confusión, tú no lo amas, es decir, sí lo amas pero como tu primo y como tu amigo, y obvio, te gusta, pero jamás lo amarás como cuando tú de verdad amas, como cuando te enamoras. Además tú siempre has dicho algo: el estará contigo hasta la muerte, al fin que sólo eso los separaría. Tú solo tienes que hacer lo que siempre has hecho: disfrutar de su compañía, de sus abrazos y hasta de sus desprecios, pero Tato es otro que no afectará tu vida de una manera crucial, a él te une el apellido, probablemente ni siquiera el destino, si él no fuera tu primo, sería un punkero cualquiera, tal vez ni te importaría, hasta te podría caer mal.
-        No creo, él es demasiado bien.
-        Ok, entonces si él no fuera tu primo, ya habrías sido su novia, y ahora ni siquiera serían amigos.
-        Eso es muy probable. Pero como no somos nada, por eso me sigue importando tanto.
-        Te importa tanto porque es prohibido, porque no puede darte todo sino una partecita de su amor.
-        Lo amo, no soportaría que le pasara nada malo, pero es igual con mi papá o con mi mamá. Tal vez únicamente lo quiero como a un hermano.
-        Es lo que trato de explicarte. Lo que pasa es que tú te enredas sola.
-       
-        Lo que trato de decirte es que no tienes que dejarte perturbar ni por Simón ni por Tato, tú tienes claras las cosas, tu presente tiene nombre propio, y ese nombre es Julián, de resto nada más importa.
-        Yo sé, jamás te dije que el hecho de perturbarme me hiciera dudar de lo que siento por Julián.
-        No dudas de eso, dudas del presente y del futuro, y Julián es tu presente. Entonces dudas de él?
-        Sabes que siempre tengo miedo.
-        El miedo no te deja avanzar. Ana, tienes que evolucionar. Sé que has mejorado muchas cosas, sé que estás en un nivel superior del que estabas cuando yo aparecí; pero aun así, puedes estar mejor, sólo relájate y disfruta (risa). La vida no depende de una llamada o de la ansiedad que te genera saber si alguien te ama hoy o te va a amar mañana, la vida es una construcción, una larga construcción, y el destino es una larga construcción y reconstrucción de esas vidas, por eso a veces se me hace tan complicado responder tus básicas preguntas. Si te sumergieras más en la meditación volverías a conectarte con esferas que ya has vislumbrado en tus momentos de trascendencia. Me has dicho que quieres estar conmigo, o estar donde yo estoy, o ir a donde yo voy, pero no haces nada para abandonar tu terrenalidad, te aferras demasiado a lo mundano, quieres flotar pero no dejas tu carne a un lado.
-        ... Hablar contigo sirve de algo… ¿?
-        Claro que sí, cuando hablas conmigo estás dejando un poco a un lado eso, pero podríamos hablar o leernos en niveles superiores, si te liberaras un poco, no sólo podrías hablar conmigo, podrías visitar a Francesca, a Ángela o a quien tu quisieras, tu proceso podría estar mucho más avanzado.
-        La calle y la diversión me apegan a este mundo, el alcohol y las drogas contaminan mi cerebro.
-        Este momento no es gratis, Ana por algo estoy de nuevo aquí hablando contigo después de 4 años, por algo me buscaste, tu misma pides salir de donde estás.
-        Necesito hablar con Francesca, necesito su versión de mi historia.
-        No necesitas exactamente eso, pero sería bueno que hablaran.
-        Pero y si Francesca me exalta? Si me hace mala de nuevo?
-        Ni Francesca ni y te hacemos de ninguna manera, nosotros somos nosotros y tú eres tú.
-        Pero tú me calmas, me aconsejas, me das fuerza, Francesca es dura y no tiene compasión, si se mete en mi vida y le hace de nuevo daño a la gente que me rodea?
-        Francesca solo se mete si tú la dejas. Además sabes muy bien que Francesca solo le hizo daño a la gente que se lo merecía, y que lo único que quería era protegerte, en ese entonces no te quejaste, al contrario disfrutaste bastante lo que ella en particular le hizo a Fernando.
-        Lo que ella le hizo a Fernando, tal vez en ese entonces lo disfruté, pero sabes que no tiene perdón ni del cielo ni del infierno.
-        Ella no necesita perdón de ninguno de los dos lados.
-        Parece que estuvieras de parte de ella.
-        Sólo expongo la realidad, sabes que nunca estoy de parte de nadie, aunque en algún momento solo estuve de tu lado.
-        No quiero pelear contigo, sé que tienes razón, siempre tendrás razón. Si ves, con solo mencionar a Francesca el ambiente se calienta.
-        Ella es tu hermana y siempre han chocado, si quieres hablar con ella debe reinar la calma en ti, sino sabes que las cosas se complican aún más.
-        Me hace falta, no me importa si las cosas se complican. Siempre he necesitado de los dos.
-        Nunca has necesitado de ninguno de los dos, lo que ha pasado es que gracias a nosotros has descubierto cosas de ti que jamás imaginaste.
-        Parece que todo está claro. Podrías decirle que quiero hablar con ella.
-        Díselo tú misma.
-        Cómo?
-        Conoces la forma, sólo hazlo cuando quieras.
-        Jamás terminaré de agradecerte todo esto.
-        Es mi deber, con esto me gano la vida (risa).
-        Más bien te ganas tu otra vida.
-        Una de tantas (risa). Cuídate.
-        Lo haré.
-        Hasta muy pronto.
-        Hasta muy pronto.

Abril 6 de 2012, después de las 3 pm.
Creo que es hora.




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