-
Francesca…
Francesca… Francesca
-
…
-
Francesca…
-
Clara,
eres tú?
-
Mmm,
pues sí, Ana.
-
Ana,
lo siento.
-
No
importa, siempre seré Clarabella para ti.
-
Creí
que no te decidirías a buscarme.
-
Tenía
miedo de contagiarme de tu odio, pero te extraño.
-
Cómo
va tu vida? Sé muy poco, igual aunque lo supiera todo, lo importante es cómo te
sientes tú con lo que te pasa?
-
Bien,
no me puedo quejar. El único problema es que no tengo trabajo, pero… eso no es
tan grave por ahora; sí me ha hecho sentir muy mal, pero no es grave. De resto
bien, Jorge y Raquel vivos y salgo con alguien, tengo una relación sentimental
hace poco con alguien.
-
Cómo
te sientes con él?
-
Bien,
bien, siempre con miedo, pero no ha habido ningún motivo para alimentarlo,
entonces bien.
-
Sabes
que la mejor persona con quien puedes estar es sólo contigo misma, el resto
sólo merecen morirse.
-
…
-
Lo
siento, quiero decir que trates de no dejar que te hagan daño.
-
Eso
trato, desde hace años estoy muy prevenida.
-
Sí,
desde que el maldito apareció.
-
Sí,
desde que el maldito al cual le destruiste la vida apareció.
-
Yo
le destruí la vida? ese desgraciado se destruyó la vida sólo, únicamente por
existir.
-
Por
existir? Se supone que así tenía que ser, que existiera para mí.
-
Debió
haber sido distinto, debió haberte tratado bien, haberte respetado, haberte
amado, haber sido un hombre leal. Nunca hizo nada de lo que debía, hizo todo lo
contrario. Lo que le pasó fue por eso.
-
Ok,
sé que lo odias, desde hace siglos.
-
Sí…
sí… desde que mató a nuestros padres.
-
Eso
fue en otra vida.
-
Para
ti, para mí fue en esta vida. La reencarnada eres tú no yo.
-
…
-
Lo
siento. Te amo, sabes que te amo hermanita, pero para mí todo ha sido
complicado.
-
Sí,
yo sé, pero Fer no mató a nuestros padres, no era Fernando, era Vincenzo, y lo
pagó como Vincenzo.
-
Lo
pagó como Vicenzo? Y lo que te pasó a ti? Tú no tenías nada que pagar?...
Excepto haberte enamorado de él.
-
Cuando
supe que él era el asesino de nuestros padres ya era demasiado tarde, ya lo
amaba y ya existía Ángela. Además, jamás sabremos realmente los motivos que lo
llevaron a hacer eso…
-
Ese
sujeto me da dolor de cabeza, aunque a mí no me duele nada (risa).
-
Bueno
al menos una que otra cosita se te ha contagiado de Gabriel.
-
Es
un gran chico.
-
Sí,
últimamente he hablado de nuevo con él y me ha servido para aclarar un poco mis
ideas.
-
Mientras
esas claridades no te lleven a volverte débil.
-
No,
sabes que sus claridades no me llevan a eso.
-
Está
bien. Quiero verte, puedo ir?
-
Venir?
Cómo venir? Venir, venir, venir en persona?
-
Sí,
ir en persona.
-
No,
no creo que esté preparada aún, dame tiempo, al menos hablemos unos días; han
pasado años, si no te vi antes que estaba acostumbrada a ti, ahora me asustaría
mucho, tú no es que seas un ángel.
-
Me
tienes miedo? Clarabella, soy tu hermana, la única persona sobre al planeta
tierra que durante siglos te ha protegido.
-
No
te tengo miedo, bueno no a que me hagas algo a mí, sí te temo, temo lo que
haces, lo que eres, como reaccionas, si desde allá casi matas a Fernando, desde
acá acabarías con cualquier cosa que se moviera.
-
No
debe ser fácil para ti enfrentar esto, tener una hermana viva y muerta, eres
muy valiente para no tener miedo de tantas cosas que giran a tú alrededor.
-
Valiente?
Lo que debo es estar loca para asimilar todo esto. Con razón Fernando no pudo,
con razón quedó como medio rayado.
-
Rayado?
-
Loco.
-
Mmm,
ok, un lenguaje demasiado moderno para mí.
-
Estás
en Moscú?
-
Siempre.
-
Siempre
mientras se pueda. Francesca… hay algo que no me queda claro… mi hija… jamás la
tendré?
-
No
creo que te sea posible en esta vida. Es complicado, yo no veo el destino, no
soy como Gabriel, hago otras cosas, pero no podría responderte eso. Yo no soy
la filósofa, yo sólo actúo. Clara, hay algo importante que quiero preguntarte
ahora que mencionas lo de Ángela… algo muy importante.
-
Dime.
-
No
quiero que tomes a mal esta pregunta pero creo que tengo que hacerla, es
necesaria; en serio no la tomes a mal, sólo piensa bien y respóndela.
-
Sí,
que es?
-
…
-
Dime…
voy a pensar y voy responder pero dime.
-
Alguna
vez has pensado en la posibilidad de cambiar tu vida? De cambiar esta vida? De
cambiar todo lo que te rodea y además tener el tiempo suficiente para hacerlo?
-
…
… … Hablas de… ser…
-
Sí,
hablo de ser como yo… otra vez.
-
Lo
que me pasó fue accidental, yo nunca busqué ser una muerta viviente, no en ese
entonces… Ahora… jamás había pensado en eso. No, no, no sé. Lo que quiero en mi
vida, lo que he hecho, lo que hago, no se relaciona con nada de eso, no se
relaciona con nada de esto. Mis metas sólo están programadas para unos años
más… o para ninguno, no he pensado en vivir siglos, no por ahora, no es lo que
quiero. Esa pregunta… Por qué la hiciste? Por qué mencionaste esa posibilidad?
-
Porque
yo podría dártela, sería sólo un favor a pedir, o sólo una orden qué dar.
-
No,
eso sería alterar el orden de las cosas, si soy humana es por algo, tengo que
superarlo en esta vida, arreglar mis cosas y hacer los sacrificios necesarios
para evolucionar. No voy a precipitar nada, no quiero… No serías capaz de…
-
No,
no, jamás. Si lo fuera a hacer ya lo hubiera hecho. Tranquila era solo una
pregunta. Quería que si no habías contemplado esa posibilidad, pues, lo
hicieras.
-
…
-
No
estarás pensando que yo tengo algo que ver con tu anterior conversión, sabes
que no es así, tú lo sabes.
-
No…
es que tu pregunta me altera… Sé que no tuviste nada que ver, sé lo que hiciste
por mí y por Ángela. Está bien, yo…
-
Necesitas
pensar… Piensa lo que tengas que pensar. Te amo hermana, estoy acá y si
necesitas algo, lo que sea, cualquier cosa, sabes que yo puedo ayudarte. Si
tienes problemas de dinero yo puedo…
-
No.
Dinero por vidas humanas no. Tu dinero no…
-
No
es limpio, no te interesa. Está bien. Solo te recordaba que puedo conseguir
casi cualquier cosa sobre la tierra.
-
Gracias.
Debo irme. También te amo. Simplemente gracias por ofrecerme tu ayuda en todo.
-
…
-
…
Abril 7 de 2012, entre las 5:00 y las 7:30 pm.
Francesca, sí me asustas, de hecho me das escalofríos.
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