viernes, 1 de junio de 2012

La renuncia


Hoy comprendo lo extenuante de mi venganza. El peso de mi dolor ya no me deja seguir adelante... y la verdad por él no vale la pena...

Renuncio y entrego las armas... tomaré un nuevo camino, con otras armas... un camino sin él, sólo para mí, un camino donde pueda reír y donde sienta que soy libre, donde sienta que el tiempo está de mi lado y no en mi contra... buscaré mi felicidad, y como ya lo hice alguna vez dejaré que el universo consiga el equilibrio alterado... de ahora en adelante me preocuparé por mí... la única manera de perdonar es olvidar, y para dejar de odiarlo tengo que olvidarlo... a él y a la basura que trajo a mi vida... sus fantasmas... y supongo... que también los míos.

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