Lo
que me quedaba de cordura está desapareciendo, tengo que cargar con mi
existencia y la otra... Mi deseo por aniquilarlo ha erigido una nueva presencia
que nisiquiera se encuentra definida, se ha convertido simplemente en mi manera
de explotar, de disfrazar mi instinto asesino. A veces nisiquiera sé quién soy,
tengo la cabeza llena de dolor e información diversa que generalmente se me
confunde... Y ahora me confunde, me estoy enloqueciendo del todo.
Venganza...
Mi venganza tenía etapas... Ahora se me salió de las manos, entregué mi vida al
infierno por mandarlo a él al infierno... Hoy no sé si viviré o moriré por la
causa... Solo sé que sea como sea, la primera fase se llevó a cabo con creces y
si me voy al infierno me lo llevo también a él.
Alguien
me dijo: “si eres capaz de vengarte y alejarte, perfecto, de ninguna manera te
puedes ensañar, porque el círculo continuará, esa no es la idea, vendrán golpes
tras golpes y cada vez todo será peor”. Después de lo que he hecho, comprendo
la sensatez del consejo, creo que se me fue la mano en el primer periodo, tengo
que desaparecer, me parece que hasta aquí llegué. Tengo la cabeza revuelta, hoy
no tengo nada... “una noche más, y soy víctima de mi propio invento, una noche
más, de esta pesadilla yo quiero despertar”.
Perdí
mi dignidad, mi conciencia... estoy perdiendo mi corazón, me hundí por odio, y
de paso alejé definitivamente de mi vida a aquellas personas que realmente me
gustaría tener cerca algún día. Me gustaría borrarme, que se abriera un hueco y
me tragara, no existe un mísero lugar del mundo al cual pueda acudir para
sentirme mejor, siento que me perdí.
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